De
entre la enorme cosecha de películas que nos deparó el pasado año 2009, dos de
las que más me gustaron fueron “Celda 211” , dirigida por Daniel
Monzón y la recientemente estrenada en España “Un profeta”, del francés Jacques Audiard. Ambas tienen en
común, que su desarrollo fundamental
transcurre dentro de una prisión, bien es cierto que en circunstancias muy diferentes.
Pero en ambos casos eso le sirve de pretexto a su director para mostrarnos como se las gastan un
buen número de tipos duros privados de libertad.
El
interés por filmar lo que ocurre entre los muros de una prisión, es algo que se
repite desde los albores del séptimo arte, siendo ya muchas las películas que
se han hecho con esta temática. No todas ellas siguen idéntico patrón, pero al
menos sí suelen abordar, de forma más o menos acertada, las complejidades de la
condición humana. En todas ellas la cárcel es un personaje más, en ocasiones el auténtico protagonista, otras veces compartiendo galones con los presos del penal (como
en “La leyenda del indomable”), o con
los policías y/o funcionarios de la prisión (“La milla verde”, “Brubaker”). En un gran número de estos films, la trama se centra en los planes
de fuga de uno o varios de los prisioneros. Son tantas de hecho, que podríamos
considerarlo como un subgénero dentro del cine carcelario. Aunque incluso entre
estas últimas existen claras diferencias. No es lo mismo el carácter verbenero
de la aventura en la que se embarcan Michael Caine, Stallone, Pelé y el resto
de participantes en “Evasión o victoria”,
que la amargura de “Papillon”, por
mucho que Franklin J. Schaffner se preocupara de edulcorar la historia de ese para
de infelices brillantemente interpretados por Dustin Hoffman y Steve McQueen.
Además,
gracias a este genero, hemos incorporado a nuestro imaginario míticas prisiones
como Sing Sing, San Quintín, Folsom o, sobretodo, Alcatraz. ¿Quién no ha visto alguna película cuya historia
transcurra en los confines de la Roca? Títulos como “Fuga de Alcatraz” de Don Siegel, o “El hombre de Alcatraz” de John Frankenheimer, en las que se narra la fuga protagonizada por Frank Morris y los hermanos Anglin, o el paso por este
penal de Robert F. Stroud, “the birdman of Alcatraz”. Recientemente tuve la suerte de poder visitar la isla de Alcatraz, ubicada en el centro de la
bahía de San Francisco a pocos kilómetros de la costa. Allí pude ver
una exposición sobre las diferentes visiones que el mundo del cine ha dado de esta
mítica prisión federal, hoy día clausurada. También pude ver la ruta que
siguieron los fugados retratados en la película de Siegel y los “muñecos” que
hicieron servir para hacerles creer a los vigilantes que se hallaban durmiendo
en sus celdas. Igualmente, me enteré que “Birdman”
Stroud era un tipejo malcarado con el que había que tener mucho cuidado y que
nunca tuvo su clínica para pájaros en esta prisión. En realidad Stroud tuvo sus
aves en la Penitenciaría de Leavenworth en un período anterior a ser
transferido a la Roca. Ahora que lo
pienso fue una visita muy interesante.
En fin, sigo con lo mío.
En fin, sigo con lo mío.
Como veis cine carcelario se ha hecho mucho y muy variado. Hay buenas películas, menos buenas, regulares y directamente malas. Y las mejores
de todas ellas, al menos para un servidor, son dos joyitas del cine francés: “Un condenado a muerte se ha escapado”,
dirigida en 1956 por Robert Bresson, y “La evasión”, dirigida en 1960 por Jacques Becker. Dos clásicos del cine en
general que merece mucho la pena que veáis, si no lo habéis hecho ya.
Pues bien, sin llegar a esas cotas de excelencia, tanto la española “Celda211”
como la francesa “Un profeta”,
han de ser consideradas como dos buenas películas. E incluso muy buenas.
Pues bien, sin llegar a esas cotas de excelencia, tanto la española “Celda
A la
española casi podríamos calificarla como un film de acción. Daniel Monzón retrata
con maestría un motín carcelario, destacando el vigor en el manejo de las
cámaras y la crudeza de las imágenes, con una mención muy especial para la
escena del suicidio con la que se abre la cinta. Igualmente, hay que ensalzar el
magnífico trabajo realizado por los actores. Muy especialmente Luís Tosar, en
el papel de “Malamadre”, el tipo que corta el
bacalao entre los presos, y el irregular Antonio Resines, interpretando al policía hijoputa de apellido Utrilla. Una
historia trepidante que no da tregua al espectador y sin hacer concesiones a
los espectadores (¿quién necesita un happy
end?)
Por
el contrario la cinta francesa “Un
profeta”, es más un drama carcelario de los de toda la vida (pero de los
buenos!!!). Narra la estadía en prisión de Malik El Djebena, un paria proveniente
del extrarradio de alguna ciudad francesa, y de como irá creciendo en todos los
sentidos durante los seis años que permanecerá en prisión. Pese a ingresar a
los diecinueve años sin saber leer ni escribir, saldrá convertido en un auténtico capo. Es valiente y aprende rápido, por
lo que no tardará en hacerse imprescindible para uno de los líderes entre los
presos de nombre César, un mafioso corso. Acabará por ser un excelente negociador y ejecutor,
magnífico motivando a los suyos, brillante
en la planificación de “negocios”... coño, ¡si saldrá hablando italiano! En
definitiva, lo que Audiard nos plantea es la historia de un chaval, que llega a
una posición que nunca habría alcanzado de no haber estado en prisión.
Para
concluir, mencionar otra cosa que tienen en común “Celda 211”
y “Un profeta” y que antes no he
mencionado. Ambas han sido las grandes triunfadoras de los premios concedidos
por las academias del cine de sus países de procedencia. Eso sí, no podrán verse las caras en
la carrera de los Oscars, ya que “Celda 211” no ha sido nominada a mejor película
de habla no inglesa. Un premio que este año va a estar muy caro, competir contra las últimas creaciones de Michael Haneke ("La cinta blanca") y Juan
José Campanella ("El secreto de sus ojos") no va a ser nada fácil.
Bon jour! a mí me encantan las películas carcelarias,creo que tienes toda la razón con lo que debería considerarse un genero.Todas las que nombras son sublimes y esas dos mas antiguas me han despertado mucha curiosidad,puesto que además adoro el cine 'gabacho'.Añadiría dos mas a esa suculenta lista de clásicos entre barrotes:'Cadena perpetúa' y 'El beso de la mujer araña'.
ResponderEliminarRespecto a 'Un profeta',leí esta gran crónica en un blog que me gusta mucho y cuya autora considero la mas cualificada junto al dr.Resmes,para atinar a la hora de recomendarme pelis.Coincidís en muchas y es un lujo leer vuestras opiniones,así que es dificil resistirse a ver lo que mencionáis,la verdad.
http://lapor-la-la.blogspot.com/2010/02/el-profeta-de-jacques-audiard-el-cinema.html
Por otro lado decir que todo el mundo habla maravillas de 'Celda 211',pero todos los cabritos que comparten archivos en el Ares y que deciden subirla,finalmente meten pelis porno de tallas grandes o gays y estoy hasta los mismísimos,de intentar bajarla y ver ese mediocre festival de agujeros negros,grrrrr!!!
Abrazos y buen finde,monsieur!
Eso te pasa por utilizar el Ares... je je je Aunque a mí con la mula, me costó Dios y ayuda descargarme la versión buena de Azuloscurocasinegro... me salió porno de todos los colores, te puedes imaginar.
ResponderEliminarEs verdad que me he dejado muchas pelis de cárceles. A la hora de escribir este post me vinieron a la mente, además de las que he citado y las 2 que me comentas, otras como "El código criminal" (Howard Hawks 1931), "Fuerza Bruta" (Jules Dassin 1947), "¡Quiero vivir! (Robert Wise 1958), "Contra el muro" (John Frankenheimer 1993) o "Los falsificadores" (Stefan Ruzowitzky 2007), aunque esta última se desarrolla en un campo de concentración, sigue los parámetros básicos del cine carcelario. De hecho pensé hacer dos posts, uno de cine carcelario y otro sobre las 2 películas en las que me centro... pero es que no me da la vida... je je je.
Un saludo crack... buen finde.
PD. Le echaré un vistazo al blog de tu colega.
PD. 2 Este fin de semana tengo festivalito surf. Esta noche The Ramonetures y mañana el gran Eddie Bertrand... ya te contaré.
PD. 3 No se me ha olvidado lo de pasarte los discos de S., pero es que sigo con problemas internetiles...
Ahora sí que lo dejo...
La foto aérea de mi hogar roquero me ha tocado la fibra...
ResponderEliminar...y más que te tocaría si te vinieras a verla en vivo y en directo... ¡¡¡ya iremos chaval!!!
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