Junot
Díaz moraba en mi casa desde hacía un tiempo, pero no fue hasta la semana pasada
el que le presté la atención debida. Probablemente fuera porque nadie me
insistió en que debía leerle, que me estaba perdiendo algo demasiado bueno como
para dejarlo pasar, no lo sé… El caso es que tras terminarme “Las historias de
Nueva York”, del amigo Enric González, y con el viaje a Nueva York cada vez más
próximo, husmeé entre las decenas de libros sin leer que copan la balda
superior de la estantería y allí que lo vi, “La maravillosa vida breve de Óscar
Wao” (“La vida nunca ha sido fácil para Óscar Wao, un dominicano dulce, obeso y algo desastroso que vive con su madre y
su hermana en un gueto de Nueva Jersey”). ¡¿Hostias Nueva Jersey?! ¿Eso no
está al lado de Nueva York? Y así fue como empecé a leerme esta historia de
sinsabores protagonizada por un joven dominicano residente en la tierra de Los Soprano, Yo la tengo o Bon Jovi ("...this is ain't song for the broken-hearted... ¡¡¡uooonggg uonnggg!!!...") .
Y
es sin duda, de lo mejor que ha pasado por mis manos en los últimos tiempos. En primer
lugar por como está escrito, en una especie de spanglish en el cual abundan términos como “bróder”, “jevitas”, “fokin”, “nerdismo” o “pariguayo”. Después por la compleja y muy original estructura narrativa,
en diferentes capítulos que contienen voces cruzadas y saltos temporales (flashbacks y flashforwards) que nos explican la historia maldita de la familia Cabral (Abelard
el padre, Beli la hija y Óscar Wao, el nieto nerdoso). Pero sobretodo porque me
he hinchado a reír. Sí, así os lo digo, es una novela divertidísima, por
voluntad expresa de su creador, ya que el trasfondo es un puto drama. La
patética historia de un tipo que en algunos aspectos nos recuerda a
Ignatius T. Reilly, genial personaje creado en su día por John K. Toole y protagonista de “La conjura de los necios”. En este sentido son
impagables los numerosísimos apuntes a píe de página, capaces de poner un toque
de humor hasta en la narración de las peores fechorías ejecutadas por Rafael Leónidas Trujillo.
Y
esa es otra gran virtud de la
novela. Una cuidada recreación histórica de la vida en Santo
Domingo durante el "Trujillato" y las consecuencias que, en última instancia,
ello va a tener en Óscar. La (breve) vida de un Óscar que, según ha reconocido
el autor, se inspira en la suya propia. La llegada a los 9 años a los EEUU,
huyendo de su país. Las miserias que hubo de padecer en un gueto latino
de Nueva Jersey, especialmente cuando su padre les abandonó y su hermano
enfermó de leucemia. Su pasión por la lectura y su afición al sci-fi y el cómic... “la alienación de quien se siente ajeno a
dos culturas, la hispánica y la estadounidense, pero también su desconcierto y
admiración por el ser humano que sobrevive y se alza por sobre los problemas de
ese contacto cultural”.
En
fin que “La maravillosa vida breve de Óscar Wao” no me ha servido para preparar el viaje a Nueva York, pero da igual. Me lo he pasado de cojones. Altamente recomendable.
PD.
La novelita debió de gustarle a mucha gente. Le dieron el Pulitzer 2008.
PD.II. Estoy en NYC... nos vemos.
Pues nada, q disfrute usted mucho del viaje y ya nos contará sus experiencias por New York.
ResponderEliminarUff qué cabronazo con lo de NY!!!!!
ResponderEliminarTe estoy cogiendo manía.
Me gustó mucho la reseña, así que me lo leeré, a pesar de que la recomendación venga de un cabroncísimo afortunado de "vacaciones"
Pásalo bien!
muy buena pita este libro, las historias de sinsabors siepr me han llegado y da gusto dar con algo, creoi que lo pillaré, sobre todo ahora que se puede leer en las plazucas.
ResponderEliminarsí, Nueba York es la ciudduad a la que uno debe ir cuanto antes. que tendrá muchas maneras de verla, vivirla y de que impresione, eso seguro.
chao, saludos
Ja sóc aqui!!! El viaje, como diría Jesulín, dos palabras: Im - pezionante!!!
ResponderEliminarHala, a morirse de envidia... je je je