Hace tiempo me obligué a no
escribir una línea más sobre política. De hecho, revisando el histórico de
entradas, observo como la última vez fue en verano del 2016. Y eso que en los comienzos, rara era la semana que no colgaba
un mínimo de dos. Eran otros
tiempos, vaya. ¿Qué motivó el cambio? Podría daros una explicación más o
menos detallada o balbucear cualquier parida a modo de justificación simpática.
Pero ni lo uno ni lo otro. Tan solo diré que a veces en la vida es preferible
tomar distancia con según qué cosas. Y no espero que estéis de acuerdo conmigo. Vaya, que si lo estáis bien y sino pues también. Con todo y aunque pueda parecer una enmienda a lo anterior, aquí os
dejo esto de “Cien años de Soledad”. Que no es política sino literatura. Y de libros en este blog sí se habla y mucho. El
que quiera entender que entienda.
“En la calurosa sala de visitas, junto al espectro de la pianola amortajada
con una sábana blanca, el coronel Aureliano Buendía no se sentó esta vez dentro
del círculo de tiza que trazaron sus edecanes. Ocupó una silla entre sus
asesores políticos, y envuelto en la manta de lana escuchó en silencio las
breves propuestas de los emisarios. Pedían, en primer término, renunciar a la
revisión de los títulos de propiedad de la tierra para recuperar el apoyo de
los terratenientes liberales. Pedían, en segundo término, renunciar a la lucha
contra la influencia clerical para obtener el respaldo del pueblo católico.
Pedían, por último, renunciar a las aspiraciones de igualdad de derechos entre
los hijos naturales y los legítimos para preservar la integridad de los
hogares.
-Quiere decir -sonrió el coronel Aureliano Buendía cuando terminó la
lectura- que sólo estamos luchando por el poder.
-Son reformas tácticas -replicó uno de los delegados-. Por ahora, lo
esencial es ensanchar la base popular de la guerra. Después veremos.
-Es un contrasentido -dijo-. Si estas reformas son buenas, quiere decir que
es bueno el régimen conservador. Si con ellas logramos ensanchar la base
popular de la guerra, como dicen ustedes, quiere decir que el régimen tiene una
amplia base popular. Quiere decir, en síntesis, que durante casi veinte años
hemos estado luchando contra los sentimientos de la nación. Iba a seguir, pero
el coronel Aureliano Buendía lo interrumpió con una señal. «No pierda el
tiempo, doctor -dijo-. Lo importante es que desde este momento sólo luchamos
por el poder.» Sin dejar de sonreír, tomó los pliegos que le entregaron los
delegados y se dispuso a firmar.”
Supongo que esta sí es la última. Lo juro. Como aquella vez cuando juré no volver a tomar vodka. En fin... Nostrovia!
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