El original People’s Temple
del Reverendo Jim Jones se situaba en el número 1859 del Bulevar Geary, en San
Francisco. Para los que hayáis visitado la ciudad, eso queda dentro del Western Addition, justo al lado de la
Calle Fillmore – conocida por el Fillmore
Auditorium, local fundamental en el nacimiento de la psicodelia y la
contracultura de los 60-, un barrio en el que es poco recomendable pasear
durante la noche. Lo que pasa es que la iglesia ya no está ahí, se ha esfumado.
Supongo que después de la masacre de Jonestown a las autoridades municipales no
les quedó otra que deshacerse del edificio, por vergüenza y también para evitar
que aquello se convirtiese en una especie de centro de peregrinación para frikis y/o guiris con mucho tiempo libre y pocos reparos, como servidor. El
caso es que yo tenía la esperanza de que todavía quedase algún vestigio de aquello,
por lo que, contraviniendo las recomendaciones de un amigo que me aconsejaba no
patear sólo por el barrio, pasé una tarde enterita intentando encontrar algo. Como
habréis deducido no hallé nada, ya que justo
en el lugar en donde debía elevarse el templo, hoy se ubica una enorme oficina
del US Postal y, pared con pared, un
restaurante de comida rápida de la cadena Taco
Bell.
¿Y que hicieron estos tíos para que perdiera el
tiempo de esa manera, jugándome el tipo en un barrio de pandilleros, cuando podía
estar comprando souvenirs en Chinatown o hinchándome a chocolatinas
en la fábrica del señor Ghirardelli? Pues ocasionar muerte y destrucción, ¿qué va a ser si no? Mis dos grandes pasiones… je je je.
Para los que no lo sepáis, el señor Jones y su
secta pasaron a la fama el 18 de noviembre de 1978 en una pequeña comunidad
agrícola llamada Jonestown en su honor, que estaba situada en la Guyana. Ese
día predicó a sus fieles para que se suicidasen tomando una solución mezcla de limonada
y veneno, apelando a otros medios con quienes no quedasen convencidos. El fruto
de todo esto son los 913 muertos, incluido él mismo, en lo que supone el mayor
acto de suicidio masivo de nuestra historia reciente. Justo un año antes, Jones
se había desplazado junto un séquito compuesto por unos mil fieles, hasta esa
“tierra prometida”situada a orillas del río Orinoco. Según él, huyendo del acoso
de los medios y de las conspiraciones del Gobierno Norteamericano, si bien, no
hay que olvidar que previamente la secta se había visto envuelta en varios
escándalos y que existen datos, a parte de la masacre en sí, que permiten afirmar
que el Reverendo tenía las facultades mentales algo deterioradas. El caso es
que las cosas no les fueron muy bien en la Guyana y por eso algunos de sus acólitos
desertaron. Estos, nada más llegar a los EEUU,
relataron a la prensa como lo que había de ser una comunidad idílica poblada
por iguales, acabó por convertirse en un campo de concentración en la que sus
residentes sufrían abusos, maltratos y violaciones por parte de Jones y su
guardia pretoriana. El revuelo ocasionado por estos testimonios hizo que un
congresista californiano volase rumbo a la Guyana, junto con una delegación de
periodistas y algunos familiares inquietos. Aquello acabó como el rosario de la
Aurora, con el asesinato a tiros del político y varios de sus acompañantes
mientras intentaban huir en su avión. El acto siguiente es el suicidio
colectivo. Fue un sábado al atardecer cuando el Reverendo Jones, “El Padre”,
comenzó su arenga: “Debemos suicidarnos…
nos volveremos a encontrar al otro lado (…) esto no es un suicidio, sino un acto
revolucionario".
Si
os interesa el tema, hay un documental del año 2006 dirigido por Stanley Nelson
del que me han hablado bien pero que no he visto... aún.
Sulo!!! justo quería decirte lo mucho que me había gustado San Francisco y el encanto que tiene y que compré vinilos.. me viene como anillo al dedo esta entradusqui, de hecho yo hice algo parecido pero por el North Beach, a la caza&captura cuando el amigo que me acompañaba y yo habíamos perdido la esperanza y yo dudaba aun de mi cordura o de haberlo soñado, voi là..: ahí estaba la cafetería Vesuvio, que efectivamente se llama así; otra cosa -como a ti te pasaba- es que n todos los sitios sean populares, así era tmb como daba con el BEAT MUSEUM en Columbus con Broadway y en City Books compraba una guía de los beat en San Fco, que estoy leyéndome (aunque con la pena de que en realidad es una guía de la ciudad a través de este espíritu bohemio y rebelde).. chao!!!
ResponderEliminarOstras Lapor, me alegro mucho de que te gustara... y de que compraras vinilos... ¿a que las tiendas son una gozada? Me hace gracia lo de la Cafetería Vesubio, pq yo también fui... je je je También un poco más abajo hasta el Café Zoetrope y como no al City Books, en el cual nos dejaron colocar unos cuentos de mi amigo Ivanrojo... En fin, que me alegro de que lo pasaras bien...
ResponderEliminarLapor,
ResponderEliminarEchale un ojo a este enlace que creo te gustará (Te lo iba a dejar en tu blog, pero me espero a que escribas algo sobre tus aventuras y desventuras)
http://flickriver.com/groups/sfba/pool/interesting/
claro que me gustan, qué fotos tan bonitas!!!! se me ponen los dientes largos... el Amoebias Music es una tienda brital. por cierto, mi guia beat de S.Fco es un perenigración por la caraB: esos sitios míticos de los que ya no queda nada, un poco como los apartamentos en NY donde se cargaron a John Lenon. no sé si eso es mitomanía o sordidez.. viva S.Fco!!!
ResponderEliminar...y viva la mitomanía... y/o la sordidez!!!
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