sábado, 21 de agosto de 2010

Palabras y sangre, de Giovanni Papini

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Escritos entre 1907 y 1910, los catorce cuentos que se incluyen en “Palabras y sangre” son fruto de una de las épocas más alteradas de la vida de su autor, el italiano Giovanni Papini. Al menos así lo indica él mismo en la introducción, de 1912, en la que además nos avisa que ha corregido y cambiado parte de los relatos originales.

Me leí este libro por dos cuestiones y ambas atañen a su autor. En primer lugar por que muchos se han referido a Papini como el maestro de mi querido Dino Buzzati y, obviamente, no podía dejar escapar la ocasión de acercarme a su prosa y así conocer esa fuente. En segundo lugar por la propia historia vital de don Giovanni, turbulenta y llena de contradicciones, el caldo de cultivo ideal para convertirse en un buen escritor. 
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Y es que el tipo nació a finales del S. XIX en el seno de una humilde familia florentina. Autodidacta por necesidad, esa circunstancia no fue obstáculo pata que alcanzara el título de maestro y trabajar como bibliotecario en el Museo de Antropología de su ciudad. Aunque lo más interesante vendría de su faceta periodística, colaborando en varias revistas literarias y filosóficas e incluso llegando a fundar con el tiempo dos de ellas y ser co-director de otra. Ahí fue moldeando su pensamiento radical en ámbitos como el arte, la filosofía y la política, además de un profundo agnosticismo y un marcado anticlericalismo que, acabó por ceder en su última etapa vital, cuando una crisis existencial le hizo dar un giro de 180 grados hasta dejarse llevar por el fervor del catolicismo. Previamente se había aproximado a las corrientes futuristas y al pensamiento fascista. A este último, se acercó tanto que se quemó, pasándolo realmente mal con la caída del régimen. Bien es cierto que también le facilitará un puestecito en la pretigiosa Universidad de Bolonia. Reputado antisemita, creía en una conspiración internacional de los judíos y apoyó las leyes de discriminación racial impuestas por Mussolini en 1938. Como he comentado antes, al igual que muchos fascistas anduvo fascinado por el movimiento futurista (¿o eso fue al revés?) en donde se convirtió en defensor de las tesis de Marinetti. Con todo, Papini fue más conocido en vida por sus artículos y ensayos periodísticos, en los que arremetía contra personajes famosos, que por su obra literaria.

Aunque es más importante la obra legada-“the song not the singer”-. En este sentido tengo que decir que su forma de escribir engancha desde el comienzo y eso que “Palabras y sangre” no es una lectura fácil para iniciarse. Sus cuentos, una  mezcla de lo fantástico y lo real, están plagados de turbios personajes con evidentes problemas de salud mental, que emprenden aventuras a veces humorísticas, a veces trágicas, que al final acaban por ser fúnebres. No en balde el propio autor reconoció estar obsesionado “por la perversa o enferma psicología humana”. Queda claro don Giovanni. Con todo y con eso, es difícil no quedar prendado de la extraña belleza poética que esconden esas narraciones y con el sarcasmo y la sorprendente brutalidad empleada. ¡Hay que tener en cuenta que están escritas a principios del siglo pasado! Aspectos que le confieren una actualidad inesperada (al menos para mí).  

Imagínense, pues, que entre en ustedes, de repente, el alma de otro. En seguida, después de una primera exploración, sentirán el mal olor de los vicios escondidos, descubrirán los rincones oscuros y se maravillarán de la cantidad de imbecilidad y de vileza que puede contener el alma de un caballero inteligente. (Las almas permutadas)

“Matarse por una razón, que la mayoría de las veces no tiene nada de racional, no es una elección: es una caída. La caída en un precipicio sin fondo, pero no calculado antes con toda la libertad del intelecto. El verdadero suicida sería aquel que sin ninguna razón personal, sin ningún motivo interesado, sin estar obcecado por ninguna desgracia doméstica ni por ningún programa metafísico, se pusiera a considerar, serena y objetivamente, la muerte y la vida, y se matara con plena libertad, sin motivos de ningún género, por una decisión de la pura voluntad”. (Sin ninguna razón)

2 comentarios:

  1. A mí me interesa mucho Papini. Me parece una personalidad de lo más extravagante y compleja. Puedes leer también "el diablo", una de las últimas donde despliega ya toda su excentricidad.

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  2. Pues a mi también, la verdad, así que haré caso de tu recomendación y meteré en "la rueda" de lecturas ese "El diablo" que tan buena pinta tiene.

    Un saludo Lau.

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