Me asombra leer la cantidad de críticas negativas
que acumula la última película dirigida por los hermanos Coen. Sobretodo porque
a mí, lo digo ya de entrada, me ha encantado. Y no sólo es eso. Como ferviente
seguidor de la obra del tándem de Minnesota, me atrevería a afirmar que “Un tipo
serio (A serious man – 2009)” se
encuentra entre lo mejorcito de su amplia filmografía. Teniendo en cuenta que
tan sólo había transcurrido un año desde el estreno de esa deliciosa gamberrada
titulada “Quemar después de leer (Burn
alter reading – 2008)”, no me esperaba algo tan bueno.
El caso es que ya me sorprendió que la película
durase tan sólo una o dos semanas en la cartelera de mi ciudad. No le di
importancia. Tal vez fuera porque, por aquel entonces, no había leído ninguna
de las demoledoras críticas a las que me refiero al comienzo.
Ya metidos en arena, primeramente hay que resaltar
que el film está protagonizado por un
conjunto de actores completamente desconocidos, al menos para mí, pero que
están de fábula (especialmente su protagonista, Michael Stuhlbarg, nominado al Globo de Oro por su brillante actuación). Algo que dice mucho del trabajo de dirección y que sirve a los hermanos para
expresar, de una forma más certera, cuales son sus inquietudes vitales y
artísticas. Cuestión mucho más compleja cuando se tira de caras conocidas, como
ocurría en la mayoría de sus
últimos y afamados trabajos.
En “Un tipo serio” se cuenta la pequeña historia de
un don nadie, Larry Gopnik, profesor
de física que vive en una zona residencial del midwest norteamericano, judío practicante, casado y con dos hijos
adolescentes, que ve cómo su vida de golpe a porrazo comienza a derrumbarse. Todo
parece ser la consecuencia de una maldición. Al menos así se desprende del
bizarro y tronchante prólogo con el que se abre la película. En él nos
situamos en tiempo y lugar diferente al del resto de la trama. No os
desvelo nada, pero tiene que ver con la supuesta sabiduría tradicional judía y,
en concreto, con la figura mítica de los dybbuk.
Larry
es un hombre bueno, educado y afectuoso, marido fiel, padre abnegado, profesor
serio y justo, además de un buen judío respetuoso con las tradiciones hebreas. Vamos,
que es un buen tipo, aunque sobretodo es un hombre serio. Eso no evita que, un
buen día, todo empiece a irle mal. Su mujer quiere dejarle dándole pocas explicaciones
y encima el amante es un sabiondo que pretende convencer a Larry de que debe
dejar el domicilio conyugal por el bien de los niños y mudarse a un motel. A la
vez se le presenta un problema laboral, cuando un estudiante coreano intenta
sobornarle para que le apruebe. Su continuidad en el trabajo también se verá amenazada
por una serie de anónimos que le acusan de traiciones sin concretar nada… Y la
cosa sigue así, hasta que de la forma más inverosímil todo parece arreglarse.
He dicho parece, porque los Coen nos reservan una sorpresita final. Un cierre
apoteósico par una película genial.
Por
cierto que la banda sonora también es genial. Junto a las mágicas y oscuras
piezas del compositor Carter Burwell, se intercalan composiciones de la banda
pionera del rock psicodélico Jefferson Airplane.
A mí me daba muy buena pinta y ahora que he leído esto convencido estoy de que la tiene.En filmaffinity venían algunos extracto de critica y aunque no hago caso a eso,porque los criticos son un poco 'sobraos' (Gasset llegó a decir que muchas criticas las hacía después de haber estado toda la película dormido),Carlos Boyero,que me parece muy respetable acorde a mi gusto,la ponía bastante bien y el resto creo recordar que también la trataban bien.Me encantan los Cohen,confieso que no hay una sola película de ellos que me desagrade,ni siquiera 'No es país para viejos' y 'Quemar después de leer' que tienen esos finales tan tajantes.Me la he bajado y me la llevo,ya volveré a pasar a darte mi opinión completa.
ResponderEliminarYo tb soy fan de Boyero, ya lo sabes, aunque eso suponga tener agrias discusiones con algunos amigos (M. no se me mosquée Vd). Mírala y después hablamos. A ver si soy yo el único al que le gustó (y mucho) y veo en ella cosas que el resto de la humanidad no ve... una conjura de necios!!! ja ja ja
ResponderEliminarque va, chicos, yo me uno al plan!!! a mi me gusta la peli, es supercontundente el personaje. la trama con esos guiños a la identidad (del judío: sus rituales, etc.), a la integridad (de él como profesor), ese desdoblamiento.. es unas risas, muy buen ingrediente de humor. pero vamos que yo me quedo con "El hombre que nunca estuvo alli", que es un bellezón, chao! bss
ResponderEliminarPues mira tu que bien, al final seremos más de los que pensaba y me alegro. Y como bien dices el personaje del padre es increíble, de hecho es lo mejor de la peli.
ResponderEliminar...mujer, "El hombre que nunca estuvo allí" son palabras mayores... je je je...
Saluditos...