El
segundo tomo de la
trilogía Underworld USA
de James Ellroy, arranca justo donde termina el primero: con el asesinato de JFK
en noviembre de 1963 en la ciudad de Dallas. Hasta allí llegará el agente del FBI, Wayne Tedrow Jr., con seis mil dólares
en el bolsillo y la misión de cargarse a Wendell Durfee, un fullero acusado de
violación y asesinato que va a desempeñar un papel capital en la trama.
¿Pero
que tiene que ver esto con el asesinato de Kennedy? Pues de eso va la cosa, de
descubrirlo. Y es que en “Seis de los
grandes” Ellroy continua destripando las complicadas relaciones existentes
entre el Ku Klux Klan y los grupos
supremacistas blancos, la Cosa Nostra , el anticastrismo militante y, por
supuesto, la policía y muy especialmente el FBI
del abyecto señor Hoover. Todos ellos implicados en tan sonado magnicidio y
también en las dos muertes con las que se cierra este libro, las de Bobby Kennedy y Martin Luther King, ambas producidas en 1968.
Al
igual que sucede en “América”, Ellroy
se sirve de un gran número de pesquisas, mezclando ficción y realidad, para dar
su visión de uno de los episodios más tristes de la historia de los EEUU. Sin embargo, en esta ocasión, Ellroy varia su forma de escribir, pasando a utilizar un estilo minimalista caracterizado por frases cortas -casi telegráficas- que se suceden y nos ofrecen pequeños bocados de información. Una información que, al igual
que ocurría en la primera novela de la saga, nos introduce
en varias subtramas que nos llevarán de viaje alrededor del mundo. Desde los EEUU hasta la Cuba de Castro, o hasta
Vietnam, en donde se está desarrollando una guerra en la cual hay depositados
variados (y suculentos) intereses. Todo ello capitalizado por un cúmulo de
personajes que, para no perder la costumbre,
están de mierda hasta el cuello.
Cierto
es que no me ha impactado tanto como “América”, lo que no deja de ser normal, tratándose de una secuela. Pero vaya, no por ello “Seis de los grandes” deja
de ser un novelón. Y desde luego que entretener, entretiene un huevo. De hecho estoy
deseando comenzar “Sangre vagabunda” -el cierre de la trilogia- para ver en que acaba todo esto. Y sobre todo para asistir a la caída de toda la
caterva de corruptos que pululan por la trama y a los que, con sus luces
y sus sombras, uno acaba por coger cariño.
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