Ya
hacia tiempo que tenía ganas de echarle un ojo a este mítico documental japonés
dirigido por Mitsuo Yanagimachi en 1976 (¡qué gran año para la humanidad!). Si
sois asiduos a este blog no os habrá costado
adivinar el porqué de ese interés. Y es que el señor Resmes, como apasionado
del sonido post-rock en todas sus
variantes y formas, tiene entre sus grupos de cabecera a los canadienses Godspeed you! Black Emperor. Pues bien,
este documental de glorioso título sigue las hazañas de una banda japonesa de
moteros llamados precisamente los Black Emperor,
que si bien no se parecen demasiado a los Ángeles del Infierno, más conocidos para todos nosotros, al menos si que guardan ciertas
similitudes en lo que respecta a filosofía de vida. Al parecer, con la elección
de los Black Emperor, lo que
pretendía Yanagimachi era mostrar una expresión de la cultura juvenil que
arrasaba en Japón desde principios de los años 70: los Bosozoku. Pandillas de motociclistas que se enfrentaban entre sí,
en principio por diversión y más adelante para mantener el control sobre
determinados territorios, llegando incluso a mantener relaciones con la Yakuza (mafia japonesa).
Técnicamente,
formalmente o como coño queráis decirlo, el video es bastante mediocre. Rodado
en blanco y negro, su escasa hora y media de duración supone una sucesión de
imágenes poco nítidas, granuladas, técnicamente defectuosas, que dan una pobre sensación
de bajo presupuesto. Tampoco el ritmo es para tirar cohetes, muy especialmente hacia
el final de la cinta, abusando de planos largos que poco aportan y que me hacen
pensar que el director quería alcanzar a toda costa la cifra mágica de 90
minutos de metraje.
Sin
embargo tampoco podemos quitarle todo el valor a Godspeed you! Black Emperor. Supone un interesante documento sobre el
surgimiento de los Bosozoku (cosa que
yo desconocía, lo reconozco), y que, en definitiva, no es sino la versión japonesa de la
eclosión punk europea, que estaba produciéndose por esa misma época. Un recordatorio de la rebelión
adolescente que nunca cesa, tan sólo cambia de forma y de lugar.
En fin, que si os interesa y queréis ver el documental -eso sí, en japonés y subtitulado al inglés-, lo tenéis colgado en youtube. Concretamente aquí.
hola sulo, pasada la vorágine y el subidón de los States..la vida continua, jeje. hola de nuevo.
ResponderEliminarpues sí, lo veré. se me escapa un poco el hilo conductor; y a mí tmb me encanta el post punk (creo que ya hemos hablado del asuntico) pero la verdad es q esa banda se me escapa, ni idea.,! los documentales de bajo presupuesto, decortecurre:hymmm,no sé, qué quieres que te diga, yo a veces los prefiero, si son de archivo, a los "puliditos" y hechos de manera estética,sacánodose cosas de la manga (lo sé, hay término medio)
Lo de las duraciones ya lo creeo se añade metraje que no veas. Aunque Kaurismäki ha
engañado más de 1 vez con la duración de sus pelis precisamente para poder "colarlas" -son más cortas que 90min en algunos casos- en las grandes pantallas..nada mejor que perpciacia. chao!
Tienes razón, a mí con los documentales me pasa igual, hay cositas más "artesanales" que le pegan mil patadas a obras de los genios del documentalismo. Con todo, éste es bastante chusco, si bien tiene la gracia de la temática tratada (al menos para mí) y bueno, la conexión con la banda canadiense que menciono en el post(Si no los conoces esúchalos, para mi son una genialidad. Creo que Txarls escribió un post sobre ellos, pero no me hagas mucho caso).
ResponderEliminarMe ha hecho gracia lo que comentas del maestro Kaurismakki, sin embargo, al bueno del finés se lo perdono todo... o casi.
Ciao Lapor.