Una de las peores
cosas que te pueden suceder cuando montas en el tranvía, es que se te ponga al
lado un adicto/a al móvil. Sí, sí, en serio, no pongáis caras raras, al que más
y al que menos le ha pasado alguna vez. Y es que esa subespecie animal de
aspecto humanoide cuya característica distintiva es que en una de sus
extremidades superiores en lugar de una mano hay un teléfono soldado, es el puto
rey del tranvía (¡y del metro! ¡y del tren!...)… ¡ensombreciendo incluso a los calorros que se ponen a dar palmas al
final del convoy! Ese es el motivo de que hoy, a eso del mediodía y entre las
paradas de Garbí y Vicente Zaragozá, me pudiera enterar de los gravísimos
problemas de salud, familiares, personales, sexuales y de cualquier otra
índole, que aquejaban a la señorita que se aposentó a mi vera.
¡Joder! Y mira que si
cojo tanto el tranvía es porque me parece un medio de transporte mucho más
tranquilo y agradable que el metro. También es más lento, cierto, pero como
contrapartida se puede disfrutar de las vistas sobre diversos barrios populares
–por partida doble- de Valencia, a la vez que escuchas música, cosa imposible en
el metro en donde tan sólo hay oscuridad absoluta y ruido a mansalva –aunque
siempre tienes la opción de reventarte los tímpanos poniendo el reproductor a
todo volumen-. Precisamente a esa técnica he recurrido para evitar la patética
conversación de mi compañera de viaje, ¡pero ni por esas!, ¡ni siquiera con Buckcherry a toa mecha!
En fin, no sé de que me quejo, uno sabe que
cuando opta por el transporte público, acaba adentrándose en un micro-mundo gobernado
por reglas diferentes a las del exterior. Y no sólo dentro del transporte en
sí, también en las diferentes estaciones, atestadas de expertos peticionarios y
solidarios pesados, además de especialistas en mal de ojo y otras suertes
propias de la magia (negra), que convierten tu tránsito por ellas en un auténtico
infierno. ¿Quién no se ha cruzado alguna vez con el tío que pide
profesionalmente en la estación de Xàtiva? ¿o el de Aragón? –oiga, perdone, es
que me faltan 30 céntimos para coger el metro, ¿me podría ayudar?- Que digo yo,
que sí siempre le falta ese importe se lo debería de hacer mirar al salir de su
casa. Por otro lado, después de varios años viendo al mismo chaval pidiendo
pasta, uno cree que ya le debería dar para comprarse un abono anual… o visto la
de peña que le da una monedita (incluido el
menda) ¡hasta un vagón para él sólo! ¿Y que me decís de los variados cooperantes
de ONG’s? No contentos con situarse
en la puerta de todas las tiendas del centro, ahora han tomado las estaciones
de Metrovalencia. Vamos que el
esfuerzo de ir esquivando solidaridad cada vez es más duro para el ciudadano
medio. Y lo peor de todo es cuando te toca alguno más agresivo, especie ésta
que cada vez cobra mayor presencia – Oye, ¿conoces Ayuda en Acción? – Sí, sí, lo conozco, pero ahora no tengo tiempo…
lo siento…- No pasa nada, dame tu número y te llamo…- No mira, es que no me
interesa, lo siento…- ¿Qué pasa, no te importa que mueran millones de niños en
el mundo?-... A ver chaval, ¿qué parte de no tengo tiempo aka dejameenpazdeunaputavez no has entendido? Aunque existen personajes
más interesantes dentro de este mundillo subterráneo. Mis favoritos son los adláteres
del Dr. Mugamba (o algo parecido), un
desconocido personaje especialista en curar (y supongo en lanzar) maleficios de
todo tipo y condición. Al menos eso es lo que indican las tarjetitas que te entregan en petit comité esos señores tan serios.
En fin, lo dejo ahí, tan sólo quería desearos
que tengáis un buen inicio de semana. Que a la vez supone mi último día de
vacaciones este año… y mañana me toca retornar al infierno laboral… ¡miedo me
da!
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"Patience for the ride" - Centro-matic
Aquí pasa lo mismo, lo del dr mugamba debe ser ya una franquicia.
ResponderEliminarGracias por alegrarme este lunes con este vídeo, vienen a tocar en octubre o noviembre, no recuerdo.
Y ánimos con el retorno al trabajo :)
besos.
jeje, pues sí vaya percal urbano, pero lo del móvil puede llegar a ser el coñazo del siglo... fíjate q en USA había varios sitios en los q no se podía utilizarrrrrrr. Y, encima, tmb está la selva de la oficina que ésa a veces tmb tiene lo suyo. bueno, que te sea leve la vuelta. si ves que no rindes el 1er día.. es q todo va bien..
ResponderEliminarchao.
viola! te mando un beso tmb
Bueno es saberlo Viola, aunque el tema estiba en saber si los conjuros funcionan... por si alguna vez preciso de ese tipo de servicios lo digo... je je je
ResponderEliminarUn saludo y gracias por los ánimos.
PD. Sí, pq tabién tocan en noviembre y además gratis. Presentan el EP nuevo compartido con South San Gabriel.
A/a Lapor
ResponderEliminarUnos sabios estos gringos!!!
Aunque aún puede ser peor. Exactamente cuando se pueda hablar sin restricciones a bordo de un avión... cosa que en algunos foros ya se anuncia... ¡¡¡miedo me da!!!
Gràcies i adeu...