Sin duda alguna la mejor noticia que nos deparó la final de la Supercopa,
es la aparición Mariana de este señor con bigote detrás del dedito del Moucarra
y el ojo del tal “Pito”. Ese rictus serio, esa pose marmórea propia del que ni
siente ni padece, esa manera de observar la escena en situación privilegiada y sin
inmutarse, ni tomar partido por agresor o agredido... Vamos, que no me extraña que
“el tío del bigote” sea la sensación del momento en las redes sociales, o que
se hayan puesto a la venta camisetas con su
efigie bajo el lema “The Observer”. Pues bien, el hombre es real, ¡existe!,
se llama Francesc Satorra y es el encargado del túnel de vestuarios del Camp
Nou. Así que, contra lo que pudiera parecer, “la aparición” no es ningún
montaje hecho con Photoshop siguiendo el fenotipo dictadorzuelo de
Oriente Medio y tomando como referencia las facciones de Borat. Porque no me
jodáis, ¿de quien coño ha copiado el look el señor Satorra? ¡¡¡Sí parece
el primo de Saddam Hussein!!!
Respecto al partido en sí, poco hay que añadir a lo que ya se ha
dicho. Supongo que el Barça fue mejor y por eso se llevó el título. O al
menos fue lo suficientemente bueno como para considerarlo un justo vencedor.
Respecto a la tangana del final, a
parte de la aparición estelar del tío del bigotti, sí que me interesa
introducir un par de reflexiones.
En primer lugar decir que los Madrid – Barça han sido, son
y serán tensos como ningún otro encuentro futbolístico de los que se celebran
en España, Europa y posiblemente en el mundo (y que me perdonen los seguidores
de River, Boca, Peñarol, Nacional...). Y ello por diferentes
motivos que no viene al caso explicar y que, como todos sabemos o deberíamos
saber, exceden muy mucho el ámbito de lo estrictamente deportivo. Es por ello
que siempre, o casi siempre, en este tipo de enfrentamientos suceden cosas que van
más allá de los límites de aquello que todos entenderíamos como una sana
rivalidad. Y recalco esto último porque ahora parece como si antes de la
llegada de Mourinho al fútbol español, los derbis entre los dos grandes
fueran el summum de la deportividad,
una especie de pachanga buenrollera entre solteros y casados en la que, al
finalizar, todos se marchan juntos a tomar birras y a contar chistes
guarros. Y es que hay mucho desmemoriado que no quiere recordar que las salidas
de pata de banco protagonizadas por futbolistas, entrenadores, directivos y
seguidores de ambos equipos -e incluso periodistas afines a uno u otro bando-,
ya se producían desde mucho antes de que el amigo Mourinho apareciera por las
oficinas del club de Concha Espina. Lo que no quita que el portugués sea un
macarra de tres pares de cojones y que sus actuaciones pre y post
partido lo conviertan en uno de los mayores agitadores de la historia de estos
enfrentamientos. Tampoco entiendo muy bien la deriva que ha tomado el Real
Madrid como institución y el Madrid como equipo, cediendo ante un
victimismo impropio de una entidad tan grande e importante como esta, aunque
esa es otra historia. En este sentido hago mías gran parte de las críticas que
un ilustre madridista -Juanma Iturriaga- introduce en este
magnífico post. Con todo, no estoy 100% de acuerdo con el artículo... Y
aquí viene mi segunda reflexión que va a ser polémica, lo aviso de antemano.
(Hay que leerse el post
de Itu, sino es difícil entender lo que viene a continuación).
A ver... Iker Casillas y Xabi Alonso están en su derecho de decir
o pensar lo que quieran, nos guste o no nos guste aquello que digan o piensen.
Es decir, que podemos creer, como así se deduce de lo expresado por Casillas a
la finalización del match, que todos los jugadores del Barça son unos
teatreros que exageran sus caídas para provocar tarjetas, o pensar que
Casillas no sabe perder y soltó una excusa de mal pagador. También podemos
opinar que el hecho de que el Madrid se fuera del campo antes de la entrega del
trofeo al campeón estuvo bien, mal, regular o fatal, independientemente de que,
como manifestó Xabi Alonso ante los micrófonos de TVE, se marcharan al
vestuario por desconocimiento del protocolo oficial (me viene a la mente
aquello de “la ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento”, artículo
6 del Código Civil). Lo que no entiendo es que haya que deducir -¡o más bien
creerse por narices!- que la actuación de estos tíos, ya mayores de edad y por
lo tanto con los cojones bien peludos, obedece al influjo ejercido sobre sus mentes
por un perverso hechicero portugués. Como le he leído a alguien en algún
artículo de prensa, yo creo que Mourinho, al igual que el tío del bigote, es un
simple mortal que acierta y yerra como todos nosotros. Y a mi modo de ver
acierta en no pocas cosas, pero también se equivoca en otras muchas. En las
formas casi siempre la caga, incluyendo actos tan grotescos como la agresión que
da sentido a esta entrada. Esa es mi modesta opinión y espero que nadie me
salga ahora con aquello de que yo también me he convertido en un zombi abducido
por el evangelio mourinhesco. El problema es que se ha admitido por
parte de la opinión pública como dogma de fe, que Mourinho es un ser abyecto y
contaminante, lo cual justifica que haya quienes propugnan su destierro inmediato.
Admito que, en efecto, ha realizado acciones criticables, incluso duramente;
sancionables, y se le ha sancionado no pocas veces; ¿pero quiere esto decir que
siempre obra o piensa mal?
Iban a ser dos pero van a ser tres. Ahí va... tercera reflexión:
Tiene relación con lo anterior y muy especialmente con los dogmas de fe, algo
que viene muy al caso durante estos días de visita papal. Ahí tenéis a Xavi
Hernández, como vocero autorizado del pensamiento único, negando que el Madrid
juegue al fútbol y que los únicos del mundo -¡y del universo!- que lo hacen son
él y sus compañeros: "Es lamentable la imagen del Madrid. Las cámaras
hablan por sí solas. No está a la altura de la institución. No dejan jugar,
sólo dan patadas y buscan trifulcas, pero aquí no pasa nada. Creemos en la
justicia y hoy se ha hecho". La justicia como valor supremo, sí señor.
El caso es que yo sí vi jugar al Madrid bien y en algunos momentos hasta
muy bien. Es más, creo que de no ser por Messi, el Madrid se hubiera
llevado la copa y que, a los puntos, fue superior al Barça. Pero a esto
Xavi también le pone peros: “Ha
pasado de todo. No estamos en el mejor momento físico y aún así seguimos
ganándole al Madrid, que había preparado a fondo esta Supercopa.” Joer, o sea, que no sólo son los mejores,
sino que son capaces de ganarle a los merengues
con una sola pata ¿no Xavi?... He oído prepotencia por ahí??? ¿O eso sólo se da
en la capital del Reino? En fin, debe ser que ese es el peaje que hay que pagar
por pasar a la eternidad… "♪ són les coses bones de passar a l'eternitat ♪ ♫" (Guardiola dixit). Como he dicho antes yo si vi
al Madrid jugar bien al fútbol. También vi que Pepe, elevado por los
líderes de la intelligentzia blaugrana a la categoría de principal
enemigo de la humanidad -el number one una vez muerto Bin Laden-, volvía
a jugar muy duro y que nadie excepto Mourinho se hubiese extrañado si lo
hubieran expulsado. O como a Marcelo se le cruzaron los cables en un par de
ocasiones, la segunda de las cuales fue apreciada perfectamente por el árbitro
del encuentro que le sacó la roja sin miramientos. De lo que no me percaté es de
eso que dice Xavi de que los del Madrid sólo daban patadas y buscaban
trifulcas. Yo lo que vi es que querían marcar goles para remontar la final y
llevarse el titulo de vuelta a Madrid. Y puestos a ver cosas, también vi
entradas duras de lo compañeros de Xavi, incluyendo a “Iniesta de mi vida”, o a
Dani Alves pegando un guantazo que quedó impune, o al 7 de España lanzando un
croché de derecha a Mesut Özil después de llamarle, según afirma el “violento”
jugador alemán, algo parecido a “moro mierda”. Y después vino la tangana. Con el botarate de Mourinho
haciendo de las suyas. Con el carchot de Tito Vilanova en contestación a
la afrenta. Con el tío del bigote de mudo espectador. Con lo de Villa y Özil.
Con MC Pinto comportándose como lo haría un portero de discoteca. Y con
el santurrón repitiendo aquello de “sois una banda” hasta tres veces.
Aunque esto ya no forma parte del partido, aunque a los Xavis, Piqués y
demás adalides del pensamiento único les interese vender que sí.
Una
cosa más y acabo, lo juro, que esto está quedando la polla de largo. En su incansable labor de implantar el pensamiento único,
desde Barcelona ahora se cestá intentando vender la moto de que, justo al
inicio de la bulla, Mourinho pisó a Cesc Fábregas en la cabeza. Para ello
ofrecen un video en el que no se ve nada pero en el cual, estando uno dispuesto
a ver lo que haga falta, se puede afirmar que el técnico portugués intentó
reventarle la chola al fino
mediocampista catalán. Lo gracioso es que en la escena había sobre unas cuarenta
personas alrededor de Mou y Fábregas y ninguno vio el pisotón. Ni siquiera
Cesc, que desde el suelo se levanta tranquilamente sin quejarse de ningún golpe
en la cabeza. Pero claro, siempre tendremos a cientos de expertos dispuestos a
afirmar, jurándolo por sus madres y hasta por Francesc Macià si hace falta, que
sí que ven como le pisa. En fin... como dije ayer Spain is different… & Catalonia too.
Una vergüenza, cierto. Bochornoso, patético, ignominioso, ofensivo y todos los adjetivos peyorativos que se os ocurran. Una
situación intolerable por negativa para la imagen de nuestro fútbol en la que no
todos son igual de culpables. En la que unos, con Mourinho a la cabeza, son más
responsables que otros. Pero ojo, que dos no se pegan si uno no quiere. Y que
ni unos son tan Santos ni los otros tan demonios como se nos quiere hacer ver...
Supongo que todo depende del color de la camiseta con el que uno lo mire. O de
la cantidad de materia gris que se tenga en la azotea. O de las dos cosas a la
vez. O hasta de ninguna…
C'est
fini.
Cada vez me gusta menos el fútbol por estos rollos...bueno miento, el FÚTBOL me encanta, estos temas son ya para hacer tirada de prensa amarilla en el pre y post partido.
ResponderEliminarViva'l jurgol!!!
Pos sí... loj domingoooj pol-la tarde la mayoooooor.... de mi afisiooooooooneeee!!!
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