Cuentan que la cosa comenzó en agosto de 1997. Fue en el marco de un festival de rock celebrado en la ciudad de Chicago en el cual actuaban como cabezas de cartel, Neil Young, Ben Folds Five y Leftover Salmon. Allí, en el rebautizado New World Music Theatre de la ciudad de Al Capone, se dieron cita los cuatro miembros de lo que a la postre resultaría ser DeYarmon Edison, uno de los padres de todo este movimiento de música folk de raíz americana y con el que unos cuantos barbudos, como el que suscribe estas líneas, tanto disfrutan.
Así pues sería en aquella edición del Horizons of Rock Developing Everywhere cuando se juntaran Justin Vernon, Joe Westerlund y los hermanos Brad y Phil Cook. Cuatro tíos con ganas de montar algo serio y que, al parecer, ya se conocían de alguna estancia previa en una escuela de jazz. La cosa cuajó y prontamente empezaron a dibujar sencillas composiciones que les daría para grabar tres interesantes discos, con una mención muy especial para el imprescindible “Silent signs”, el segundo de ellos.
El caso es que la reperscusión de la banda no fue la esperada, o mejor dicho, la merecida a la vista de la calidad del producto. Es por ello que Justin Vernon decidiese dejar DeYarmon Edison y emprender su propio proyecto… y sí chicos, estoy hablando del celebradísimo Bon Iver. ¿Y que paso con los otros tres miembros? Pues decidieron continuar haciendo música juntos, ahora bajo el nombre de Megafaun. ¡De ahí al éxito! …menor que el de Bon Iver, cierto, pero éxito al fin y al cabo. Y es que la vida tiene esas cosas, montas un grupo y nadie te hace ni puto caso, pero justo cuando se disuelve el grupo y uno de los excomponentes es mundialmente reconocido, el resto de compañeros comienza a recibir atención.
Cuento esto porque el pasado miércoles por la noche Megafaun pasaron por mi ciudad para presentar su tercer y maravilloso álbum, titulado como ellos, "Megafaun". Y la banda de Wisconsin justificó el porqué de las sonoras alabanzas a su propuesta musical. Una buena dosis de folk-rock destartalado en el cual se combinan los instrumentos acústicos con los eléctricos, en una espiral de armonías, collages sonoros y paisajes abstractos que entroncan con la mejor esencia de los Byrds, The Band, la etapa
Con el término “megafauna” los paleontologos designan a los grandes animales terrestres extintos que vivieron a partir del final del Cretácico, justo en el periodo posterior a la extinción de los dinosaurios. Pues bien, justo después de la desaparición de DeYarmon Edison vinieron Megafaun y estos tres animales post-cretácico, acompañados de un doble mío de nombre Nick Sanborn (Made of Oak), pisaron terreta valenciana para dejarnos sus huellas. Unas huellas que se me antojan imborrables con el paso de los tiempos. Y ello a pesar de tener la sensación, una vez leídos los comentarios de Txarls en Music is my Girlfriend, de que su paso por Valencia fue más “discreto” que el día anterior en Barcelona. Aún así la cosa resultó de un nivel tan alto, quedé tan complacido, que sólo puedo calificarla de sobresaliente. Y es que los Megafaun nos dieron algún motivo más para creer, para mirar con esperanza al frente y confiar en las pequeñas cosas maravillosas que nos ofrece esta vida… como la música… Al final de eso se trata ¿no?
Que bien que los disfrutaras! aunque por lo que intuyo fue un pelín menos intenso que aquí (la sala estaba a reventar casi, casi, supongo que influyo que la gente estaba muy metida en el concierto, no sé como sería allí), me satisface ver que no has pensado que soy un exagerao del copón, jeje.
ResponderEliminarMagnifico post, con mucha información sobre esta gran banda.
Creo que aún me queda tiempo para pasarte una cosa vía 'caralibro' y enlazar esta crónica en mi blog.
Abrazos mefauneros!
Pues sí, muy buena entrada, todo muy bien explicado. Y nada de pedir perdón por lo de los Fleet Foxes, qué coño, que están muy bien pero tampoco para enloqueser.
ResponderEliminarVoy a meterme un poco más con Megafaun que me los recomendó ese de más arriba pero quedé con los deberes a medio hacer.
Bueno , me imagino que en esto de los directos acudir con unas expectativas demasiado altas tiene eso. La sala , el público , la compañía y los músicos son factores que determinan seriamente la experiencia , a mi me sorprendieron seguramente porque no sabía lo que me iba a encontrar , y la compañía sobretodo.
ResponderEliminarPero creo que lo que más me gusto de su directo fue el buen ambiente de la sala y lo bien que sonaron , gran crónica y mejor orientación sobre la banda Sulo.
Hey Txarls, uasaaap!!! ja ja ja... No sé, quizás dije lo de menos intenso en una comparativa ficticia con lo que deduzco disfrutasteis por allá arriba. No me hagas mucho caso. Lo que sí me jodió es que fue demasiado corto. Aquí no llegaron a la hora de actuación y los bises se limitaron a una canción a capella y rodeados de público, que estuvo de puta madre cierto, pero que fue corta de cojones...
ResponderEliminarPues haces bien Joaquim, métete con Megafaun que seguro no te decepcionan. Un saludo.
ResponderEliminarSí Bboyz, es exactamente eso, acudes a ver algún grupo con la expectativa muy alta y acabas esperando ver algo que nunca llega (y a la inversa, vas sin expectativas y sales encantado). Es el sino del melómano concierteril, que se le va a hacer... Con todo Megafaun unos grandes... y esta semana Dawes y dentro de dos Deer Tick, estamos que lo tiramos!!!
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