Estoy
más que contento con mis últimas elecciones literarias. Me gusta
mucho leer, ya lo sabéis, y aunque tengo mayor debilidad por algunas
temáticas
y me
muevo más fácilmente dentro de según que estilos,
no prescindo de empaparme con propuestas diferentes y bucear entre
autores para
mí desconocidos.
Esto último conlleva su riesgo y es que, algunas
veces, llego a la conclusión de que he perdido el tiempo con alguien
y mejor me hubiera ido si hubiese recurrido a la figura de alguno de
mis esenciales.
Sirva
esta somera reflexión para introducir a Vicente Valero, poeta y
ensayista ibicenco que con la fantástica “Los extraños” ha
hecho su primera incursión en el mundo de la narrativa. ¡Mi mejor compra durante la pasada feria del libro! Un gran descubrimiento.
El libro es una
compilación de relatos en la que el autor reconstruye la vida de
cuatro de sus “extraños”, oseasé, familiares de
quienes tan
sólo
conserva un puñado de noticias dispersas y a los que en
el seno de la familia se
alude con frecuencia por algún enigmático suceso, su
peculiar
oficio o por la fuerza de su singular personalidad. Circunstancias
todas ellas que
les
obligó a permanecer alejados del devenir corriente de la familia.
Desconozco si se debe a una cuestión de justicia, rescatando del olvido a quienes no merecían ser olvidados, o solo para saciar una vieja curiosidad, pero Valero se ha propuesto hablarnos del teniente Marí Juan, del artista Cervera, del comandante Ramón Chico o de Alberto el ajedrecista. Valiéndose de recuerdos familiares, breves apuntes biográficos, postales y la experiencia que procuran los viajes, Valero ha sido capaz de recorrer el rastro de sus vidas, la de sus abuelos, tíos y tíos-abuelos, emergiendo el paisaje de la Guerra Civil, el exilio, el Sáhara español o la Ibiza de los setenta. Hasta asoman la cabeza gentes como el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, el Gran Maestro Internacional polaco-argentino Miguel Najdorf, la célebre abogada y política republicana Victoria Kent o el genial Antonio Ruiz Soler más conocido como "Antonio el bailarín".
Desconozco si se debe a una cuestión de justicia, rescatando del olvido a quienes no merecían ser olvidados, o solo para saciar una vieja curiosidad, pero Valero se ha propuesto hablarnos del teniente Marí Juan, del artista Cervera, del comandante Ramón Chico o de Alberto el ajedrecista. Valiéndose de recuerdos familiares, breves apuntes biográficos, postales y la experiencia que procuran los viajes, Valero ha sido capaz de recorrer el rastro de sus vidas, la de sus abuelos, tíos y tíos-abuelos, emergiendo el paisaje de la Guerra Civil, el exilio, el Sáhara español o la Ibiza de los setenta. Hasta asoman la cabeza gentes como el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, el Gran Maestro Internacional polaco-argentino Miguel Najdorf, la célebre abogada y política republicana Victoria Kent o el genial Antonio Ruiz Soler más conocido como "Antonio el bailarín".
Un
libro ciertamente bonito. Un homenaje precioso.
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