El
pasado sábado el Aperitiver del Tulsa estuvo protagonizado por Don
Rogelio J., artista multidisciplinar donde los haya, hombre que
anda tras Aullido Atómico, los Tracahombres o Tumba Swing. Pero su
inmersión en el mundo del artisteo no acaba aquí. De hecho un
servidor conoce más su faceta como ilustrador o cartelista y
no tanto la de músico. Si bien, ahora que lo pienso, esta fue la tercera vez (al
menos) que le he visto actuar, con lo que...
El tipo es un torbellino y su música
al frente de Tumba Swing, donde toca guitarra y batería a la vez,
además de cantar, da buena cuenta de ello. Blues guarro y
machacón, primitivo e incluso oscuro, interpretado en la lengua de
Cervantes. Pero es que además es bastante cachondo y sus
speech entre canción y canción son desternillantes. Por
momentos nos pegamos una jartá de reír como hacía tiempo no recordaba. Cosa que se agradece y mucho.
Respecto a la música, pues que queréis que os diga, bastante ruido y aún más desgarro. Aunque menos ruido que las otras veces, es verdad, por aquello de "concierto acústico". Aunque bueno, acústico lo que se dice acústico ¡¡¡los cohone!!!
En
fin, que lo pasamos de puta madre con la música y las anécdotas
de Don Rogelio, amén de las birras de honor y los ganchitos cortesía
de la casa.
Eso y que si queréis más Tumba Swing, pasad por aquí...
...y más Don Rogelio J. por acá.
Por cierto que la instantánea con la que ilustro la entrada no sé ni donde, ni cuando, ni de quien es. Quise tirarle alguna foto durante la actuación, pero entre las cervezas y el cachondeo se me fue la olla. Disculpe el fotografer no citado...
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