Hace unos años quedé prendado de
la fascinante figura del artista, boxeador y poeta suizo Fabien Avenarius
Lloyd, conocido como Arthur Cravan. Fue como consecuencia del visionado de aquel
fantástico documental dirigido por Isaki Lacuesta y titulado “Cravan vs Cravan”(2002).
Acudí a verlo a la Filmoteca sin saber mucho del mismo, desde luego nada sobre
su director. Operando como reclamo las menciones que había obtenido en el Festival
Internacional de Cinema de Catalunya –Sitges- del 2002, incluyendo el premio
del público y el “Citizen Kane” al director revelación. La verdad es que
fue un gran descubrimiento. Se trata de un falso documental que fabula sobre
las extrañas circunstancias que rodearon la vida de este personaje,
desaparecido en el golfo de México y sin dejar rastro en 1918. El director catalán
filma la experiencia de otro boxeador y artista que va a iniciar una
investigación que lo habrá de llevar tras los misteriosos pasos de Cravan. Desde
su Suiza natal hasta México, pasando por París, Londres y Barcelona.
A raíz de todo ello me interesé por la figura de Arthur Cravan. Y buscando me
topé con este sobrino de Oscar Wilde, que además fue comediante, precursor del
movimiento dadaísta, poeta del absurdo y amante de Mirna Loy. Alguien que
se atrevió a burlarse de Apollinaire y su esposa -Puesto que yo he dicho: “He
aquí una que necesita que se le levanten las faldas y se le meta una gran... en
cierto sitio”, yo pido simplemente que se debe entender: “He aquí una que
necesita que se le levanten las faldas y se le meta una gran astronomía en el
Teatro de Variedades” -, o de ganarse la vida como boxeador ocasional. Protagonista de un legendario combate contra Jack Johnson, por aquel entonces campeón
mundial de los pesos pesados, disputado en la Monumental de Barcelona.
Pues bien, todo esto me vino a la cabeza el pasado domingo, gracias a un
fenomenal artículo de Vicente Molina Foix en El País Semanal. “Las vidas misteriosas de Cravan” permitió
que me reencontrara con esta enigmática figura, además de darme a conocer
aspectos de su vida que desconocía por completo. Leed el artículo enlazado,
merece la pena.
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