Cuando
Enrico Brizzi escribió la que es su segunda novela, contaba tan sólo con
veintidós años de edad. Si bien, ya era un fenómeno en su país
gracias a “Jack Frusciante ha dejado el grupo”, su debut literario, del que vendió más de
un millón de ejemplares en Italia. El éxito de este boloñés de adopción -nació
en Niza en 1974- consiguió traspasar fronteras y sus libros fueron traducidos a
varios idiomas incluyendo el castellano. Aunque tras “Bastogne” se acabó la
fiesta y nunca más consiguió traspasar los Alpes. Hasta el momento.
Hace un tiempo hablé por aquí de la Generación Caníbal a raíz de
un post sobre un libro de relatos que me dejó Ivanrojo. Esta
se compone de una serie de autores italianos cuya característica identificadora
era su juventud –en aquel entonces-, su irreverencia y las formas salvajes.
Como siempre pasa cuando se habla de colectivos o movimientos, hay algunos elementos
más interesantes que otros. Entre los “buenos” surgen figuras como la de Aldo
Nove, la de Niccolo Ammaniti –de quien ya os he hablado por aquí- o este Enrico Brizzi
quien, curiosamente y pese a formar parte de esa generación, no tenía ningún
cuento en la compilación de referencia.
Hablando ya del libro, decir que “Bastogne” es el nombre de una calle de Niza,
que es además el escenario principal de esta novela. En ella viven cuatro amigos
en torno a la veintena, unos macarras que sobreviven del trapicheo y que se
divierten emborrachándose, colocándose y follándose lo que tienen a tiro. Todo ello
amenizado por una nutritiva banda sonora en la que abundan temas de Public Image Ltd., Billy Idol o Afrika Bambaataa entre otros. Estamos
a mediados de los ochenta y las cosas para nuestras protagonistas van
relativamente bien. Todo cambiará cuando se vean envueltos en una espiral de
violencia que tiene como objetivo todo aquello que odian de esa sociedad
nizarda falsariamente alternativa y decente. Pasando de ser unos simples desertores
escolares y unos delincuentes de medio pelo, a convertirse en atracadores profesionales,
violadores sádicos y hasta en asesinos. Esta suerte de rebelión les obligará a tomar
caminos diferentes y dejar atrás esos felices ochenta. Asumiendo con el tiempo
que nada volverá a ser lo mismo.
Una novela bastante bestia. No me extraña que causara impacto en la Italia del
momento. También es cierto que leída ahora, diez años después de su
publicación, ha perdido algo de fuerza y vigencia. Y es que en ese tiempo hemos
asistido al éxito de gente como Chuck Palahniuk, muy superior a Enrico Brizzi
en cuanto a fondo y formas. Libro interesante y entretenido, pero poco más.
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