Primera entrada del mes para retomar la sección más maltratada de
este blog, la del “Grupo de la Semana”, que esta vez va para The National.
Pedazo de banda formada en Cincinnati en 1999 y que cuenta ya con cinco discos en
su haber. Mi primera aproximación a su música fue a través del tema “Son”,
incluido en el álbum homónimo con el que debutarían allá por el 2001 y gracias
a una lista de reproducción de la hoy decadente Last.fm. Ya por aquel entonces
quedaría prendado de la profunda voz de barítono de su front-man Matt
Berninger, quien junto a dos parejas de hermanos, los Dessner y los Devendorf conforman
The National. Su fórmula no es que sea novedosa, transitando los senderos de la
cosa alternativa, el art rock y asomando la cabecita en eso que algunos llaman
rock adulto, reflejando una variedad de influencias que van desde los Tindersticks a
la Joy Division, pasando por Nick Cave o hasta Bruce Springsteen.
Quien, por cierto, colabora en el último disco de la banda, al igual que Sufjan
Stevens, protagonista de esta sección no hace mucho. Al final, todo eso metido
en la baticao, nos da ese sonido tan reconocible que no deja grumos pero
sí bastante poso.
“Son”
Reconozco no haberles prestado la atención necesaria hasta hace bien poco.
Y eso que siempre los tuve en mi radar y me fui agenciando todos sus discos desde
el debut, hasta su último trabajo, el excelente “Boxer” del 2007. Una
seguida de compilados a cada cual más notable, contando con el EP “Cherry
Tree” de 2004 y los elepés “Sad Songs for Dirty Lovers” del 2003 y muy
especialmente el “Alligator” del 2005, que tengo rallado de tanto escuchar. De hecho es gracias a este último el que The National enderezaran
una carrera que, en algún momento, estuvo próxima a descarrilar. Gracias a él o
mejor dicho a causa del mismo, Matt, Aaron, Bryce, Bryan y Scott dejaron sus
empleos y se trasladaron a una discográfica como Beggars Banquet, dejando
la suya propia. Y es que, según reconoció uno de los Bessner en una entrevista,
hasta ese momento andaban más preocupados en administrar un sello que en
componer canciones. Bien está lo que bien acaba y “Alligator” fue el
primer éxito rotundo del quinteto de Ohio. Nombrado disco del año en varias
publicaciones, el segundo según Uncut, lo que les otorgó una visibilidad y unas
perspectivas de las que habían carecido hasta ese instante.
“Mistaken For Strangers”
Dicho lo cual, me reitero en que nunca me los tomé demasiado en serio
hasta ahora, con “Boxer”. Un disco mucho más redondo en todos los sentidos que “Alligator”,
aun cuando aquel tenga la fama y hasta la mística y, como indico más arriba,
disfruté muchísimo con él. Por esos ritmos secos, ese romanticismo sucio y unas
letras crípticas que lo hacen tan sugerente, incluso sexy. Por esos arreglos
instrumentales, las cuerdas, los teclados, esa voz de Berninger más atractiva
que nunca. Y por incluir un buen puñado de joyitas, con textos dignos de un
ganador del Pulitzer, como en “Mistaken for strangers”, “Brainy”, “Apartment
Story”, “Start a War” o “Fake Empire”.Confío en que desde su residencia
en Brooklyn, a donde se han trasladado recientemente, sigan llegando
buenos álbumes repletos de buenas historias.
Por cierto que he visto en el MySpace de la banda, que en
verano marchan de gira por los EEUU. A ver si hay suerte y después la promoción
cruza el charco y que haga escala en la capital del Turia. Por pedir que no
quede…
“Apartment Story”
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