El siempre interesante Niccolò Ammaniti comenta
sobre esta novela, que te hace preguntar hasta que
punto es importante la educación recibida de los padres y hasta dónde podemos
llegar por amor a nuestros hijos. También dice que se la leyó del tirón, en tan
sólo un día. Bien. A mí me costó un poco más, exactamente tres días, pero en lo
que si coincido con el escritor italiano es en que “La cena” me hizo cuestionarme
hasta dónde pueden llegar unos padres para encubrir a un hijo que hace algo injustificable a todas luces.
Ya hace algunos años que me plantee esa
misma cuestión como resultado de ver una de mis películas favoritas, “El video de Benny” de Michael Haneke. No sé si la habéis visto y dado el caso, si la recordáis
aunque sea a grandes rasgos. El film iba de un chico austriaco nacido en el
seno de una familia de clase media, que para romper el tedio y la soledad en la
que vive, semi-abandonado por unos padres que trabajan todo el día, decide
experimentar con su videocámara para lo cual se grava a si mismo cometiendo una
salvajada que no os contaré por si acaso no la visteis y la queréis ver. El paralelismo con lo ocurrido en “La cena” es
evidente. Como también guarda relación con el asunto de los chavales que quemaron viva a una indigente en un cajero automático
de Barcelona por el simple placer de verla arder. En este último caso, el propio autor ha asegurado en varias
entrevistas, que la "La cena" se gesta tras leer en prensa esa terrible noticia.
Y en estos casos, ¿debe prevalecer el instinto de protección paterna, o la lealtad a unas
normas sociales y al ordenamiento jurídico que garantizan el buen
funcionamiento de la sociedad? Pues eso es lo que se cuestiona Koch en este
libro, como mucho antes, a su manera, hizo Michael Haneke.
Para ello el libro tiene un planteamiento ciertamente
original. La narración se sitúa en un momento posterior al hecho desencadenante
y toda la acción transcurre durante una cena a la que concurren dos parejas. En
ella vemos a dos hermanos mal avenidos y a sus respectivas esposas saboreando exclusivos
manjares y charlando con aparente despreocupación sobre cine, moda, vacaciones
y otras naderías con escasa enjundia. Eso sí, en todo momento son conscientes
de que, tarde o temprano, deberán abordar el incierto y acuciante asunto que
los ha llevado a reunirse: el futuro de sus hijos, los protagonistas del
episodio de violencia que puede dar al traste con su futuro. Y no sólo el de
los chicos, ya que uno de los hermanos es un influyente político holandés con
un brillante porvenir.
A lo largo de las 284 páginas de las que
consta esta novela, vemos como va subiendo el grado de tensión. Así pues de la mera
incomodidad que se percibe durante el aperitivo, llegaremos al espectáculo de
fuegos artificiales producido tras los postres, cuando la cadena de secretos y
revelaciones confluyan hasta alcanzar un final dramático en el nadie será inocente
y todos serán culpables.
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PD. Lo siento si os he destripado parte del
argumento y con ello algunas sorpresas que encierra la novela, pero es que sino
me resultaba imposible hablar sobre ella.
Pues vaya, casi que me apunto éste libro también, jeje...y la peli! que me ha sorprendido mucho, porque creía tener controlada más o menos la filmografía de Haneke y veo que no, además creo que ya te ccmenté que me parece un grande entre grandes.
ResponderEliminarAh! otra cosa, no sé si porque he estado febril, pero el otro día me puse 'Shutter island', que recuerdo que critcaste bastante en un viejo post y aguanté solo una hora. No quiero decir aún si me pareció un mierdón de tomo y lomo porque he verla acabr primero, pero de momento coincido al 100% contigo, macho, que rayada. Ya buscaré el post y rajaré allí cuando la acabe.
Pues esta, desde mi humilde opinión de cinéfago adolescente (¡mis ganas!), es la mejor de Haneke. Así que, ya estás agenciandotela en la mula o en donde sea!!!
ResponderEliminarEl libro está muy bien, pero no al nivel de la peli.