martes, 12 de octubre de 2010

Señoras a las que le gusta el hoquey

Por algún extraño motivo que no acierto a desvelar, siempre me ha gustado el hoquey. No va de coña tíos, cuando era más jovencito me gustaba levantarme temprano los sábados para ver Transworld Sport, único programa en el cual ofrecían resúmenes de los partidos de la NHL. Lo de ver partidos enteros ya es harina de otro costal, no habré visto más de 20 en toda mi vida –básicamente, por que no los echan en abierto- a pesar de lo cual me reconozco seguidor de los Detroit Red Wings y no por ser el equipo con más Stanley Cups en sus vitrinas, sino por el hecho de que, cuando me aficioné –a comienzos de los 90-, la mitad de su plantel estaba conformado por jugadores provenientes de la antigua URSS y entre ellos los míticos Russian Five  – Sergei Fedorov, Vladimir Konstantinov, Slava Fetissov, Vyacheslav Kozlov e Igor Larionov-  también conocidos como “los magos de Ov”. Los que me seguís ya sabéis que lo ruso me tira mucho… je je je.

Lo cierto es que el hoquey sobre hielo no es un deporte muy popular en España. Y ello a pesar de que los telediarios suelen hacerse eco de algunos partidos de la liga profesional americana, pero sólo cuando se produce una batalla campal entre jugadores de uno y otro equipo. En este sentido también se explica el éxito de la divertidísima película “El castañazo”, dirigida por George Roy Hill en 1977. A la gente le importaba un huevo el deporte en sí, lo que le interesaba era ver las hostias que se metían Paul Newman y sus descerebrados compañeros, con mención especial para los hermanos Hanson. Tres psicópatas con evidente estética ramoniana, que no dejaban ni una dentadura rival intacta.

Por estas tierras nos gusta más un sucedáneo de este deporte que se celebra en pabellones deportivos con pista de parquet: el hoquey sobre patines. Especialmente en Cataluña y en menor medida en Galicia y Navarra, existe una gran afición a esta modalidad de hoquey en la que los jugadores llevan patines tradicionales de cuatro ruedas y en donde las multitudinarias peleas de “El castañazo” no están permitidas. Esta forma de jugar al hoquey es la más popular en países del sur de Europa -España, Portugal e Italia- y en ciertos países de Sudamérica -especialmente Brasil, Argentina y Chile.

Para ser sincero, a mí el hoquey sobre patines no me gusta tanto como el celebrado sobre hielo, lo que no quita que muchas de mis sesiones de sillón-ball estén centradas en él. Especialmente cuando se disputan campeonatos de selecciones, mucho más divertidos y visualmente más atractivos al espectador que los de la Ok Liga. Y eso aunque televisen al Tecnol Reus Deportiu, equipo en el que juega de portero uno de los mejores del mundo, el internacional Guillem Trabal, ganador de 4 mundiales y 6 europeos con la Selección Española y de la Copa de Europa, Copa Intercontinental, Mundial de Clubes, Copa del Rey y Continental Cup con su club.

Aunque lo más interesante de este chaval nacido hace 31 años en Les Masies del Voltregà (Comarca de Osona), es que durante todo el tiempo en el cual se ha desempeñado como profesional del hoquey, se ha sacado 4 carreras universitarias (Fisioterapia, INEF, Magisterio Educación Física y Antropología) y un Master Universitario. ¡Y ahora se ha matriculado en Psicopedagogía! No va de coña. Lo vi el otro día en los deportes de Cuatro. Como si fuera algo normal, Guillem Trabal comenta a cámara que en las concentraciones nunca se separa de su ordenador y sus apuntes de clase, y eso mientras sus compañeros se dedican a darle a la videoconsola, a escuchar el i-pod o a leer cualquier novelilla firmada por el autor sueco de moda. Tiene mérito lo de este chico. No veo yo al Cristiano o al Messi haciendo lo que hace este. Bueno, no seamos demagogos, probablemente yo tampoco lo haría. Él mismo reconoce que ganarse la vida como ex – jugador de hoquey es imposible, por lo que hay que labrarse un futuro de la mejor manera posible. Y como a él le gusta estudiar… De todas formas chapeau.

Ya para terminar, tan sólo me queda mencionar que aún existe una tercera manera de jugar al hoquey. Se trata del hoquey sobre hierba, modalidad olímpica al igual que el hoquey sobre hielo. Este también goza de popularidad en nuestro país, especialmente en Cataluña. Pero a diferencia de los otros dos, esta forma de jugar al hoquey es tan aburrida que no resiste ni una sesión de sillón – ball, aún estando muertecito en vida por culpa de la resaca.

4 comentarios:

  1. Yo también veía Transworld, para seguir a los Devils de New Jersey. Valeri Zelepukin, el más grande.

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  2. Valeri Zelepukin, vaya crack, aunque los más grandes sin duda eran Valeri Kamensky, Slava Kozlov, Jaromir Jagr y Teemu Selanne...putos freaks!!!

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  3. ¿¿¿El Icehockey no es olímpico??? ¿Y qué gran final de Canada-USA vi yo este invierno?

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  4. Uppps!!! Tiene Vd. razón señor Anónimo, me he referido a deportes olímpicos sin tener en cuenta los JJOO de Invierno... I'm sorry.

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