¡Oye!,
un concierto más que decente el que nos ofrecieron las veteranas Shonen Knife en su primera visita a
Valencia. Con quince discos a sus espaldas y más de treinta años de carrera, el
trío de Osaka se ha decidido por incluir España en su gira europea, saliendo de
su país en donde son muy conocidas. Mi idilio con la banda se remonta a
principios de los 90, cuando fueron elegidas por Nirvana para abrir sus conciertos durante el “Nevermind Tour”. Kurt Cobain fue quien las escogió, declarando
que “era tan fan de la banda que cuando
por fin las pude ver en directo cada noche, me sentía como una niña adolescente
en un concierto de The Beatles”. Sin embargo tengo que reconocer que no les
he hecho seguimiento desde entonces. No me apasionan. Su música, una especie de punk rock, muy en la línea de los Ramones o de los Buzzcocks, en la cual
insertan elementos propios del j-pop,
me parece muy divertida y, visto lo visto ayer, muy solvente en directo, pero poco
más.
Recuerdo
cuando compré el primer disco, de los dos que tengo, de estas chicas. En plena
fiebre mundial del grunge, con mi
camisa de leñador, la melena convenientemente enmarañada y los ojos inyectados
en sangre (je je), me acerqué hasta una tienda de discos de mi ciudad, hoy día
desaparecida, para adquirir alguna novedad musical proveniente del planeta Seattle. Y allí, en un bonito escaparate
repleto de cosas interesantes (¡que chula era esa tienda!), estaba la
fotografía de tres sonrientes japonesitas, de tamaño mini, junto a Cobain y
Novoselic. Evidentemente el trío de chicas era la formación original de Shonen
Knife, con las hermanas Yamano (Etsuko, la guitarra y vocalista principal, aún
sigue en la banda) y su amiga Michie Nakatami. La técnica promocional surtió su
efecto y tanto yo, como mi colega, cargamos con un álbum de las japonesas.
Estos
recuerdos de juventud son los que me impulsaron a gastarme los más de 18 euros que
costaba la entrada de ayer. Y hombre, pese a que el precio me parece algo
desmesurado, hay que reconocer que las tías se lo curraron a base de bien,
haciéndonos pasar un buen rato rockanroleando.
Con una mención muy especial para la actual bajista de la banda, un terremoto
de mujer que responde al nombre de Ritsuko Taneda, que irradia un buen rollo
increíble… bueno eso, y que tiene un pelazo flipante!!!
Llegamos a dudar si era de verdad o llevaba una peluca.
En
fin, que lo pasamos muy bien, pese a que comenzaron un poco tarde y acabaron
aún más (a la 01:30 y al día siguiente a currar!!!)… y pese a los teloneros de
la gira patria, Jugoplastika, que
perpetraron una de las actuaciones más lamentables que recuerdo. ¡Joder, si
estuvo hasta graciosa la coreografía que nos ofrecieron tanto ellas sobre el
escenario, como una cuadrilla de grupies
quinceañeros que se situaron en la primera fila! Un toque muy friki, o muy japo, que no le vino nada mal al evento.
Ale,
konnichi wa.
Las risas que te echarías con las frikis quinceañeras eh,golfo? jajaja.Yo no me acordé de que tocaban esta semana y me las perdí,que gilipichi que soy maemeua! En fin,al menos sé que fue un buen concierto,a ver si se animan y vuelven,aunque estas ya tienen una edad y no sé yo.De Jugoplastika posteé un disoc una vez,jaja,no pensaba que sonarían de pena en directo.Por cierto! no te puedes imaginar la cantida de malos recuerdos que me trae,como culé,ese puto nombre jajaja,aunque como aficionado al basket todo lo contrario.que equipazo tenian aquellos cabrones.
ResponderEliminarUn abrazo y 'suerte' para esta tarde,aunque espero que la risa venga para este barrio esta vez,jeje.
Pues sí, la pelota cayó de tu lado, como era de prever... je je je
ResponderEliminarEl concierto estuvo bastante chulo, me lo pasé muy bien por el rollo de los recuerdos de juventud y demás, aunque atendiendo a criterios puramente musicales no fuera nada del otro mundo. En fin, que no pasa nada si te las perdiste y si las quieres ver, igual se animan y vuelven... ¡¡¡los japos son inmortales!!!
Hola Sulo, yo fui por los mismos motivos que tú, pero estuvieron mucho mejor de lo que me esperaba. Pensaba que se me podian hacer repetitivas pero no, para nada. Aquí también estuvieron muy bien, el público era de lo más variopinto, y la gente no paró de haber pogos (yo ya no se si por la música o por el alcohol que empezaron a tocar a la 1).
ResponderEliminarY lo mejor es que me reí un montón.
Besos.
Pues sí, y al final de eso se trata ¿no?, ¡hay que pasarlo bien! Un saludo Viola
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