El viernes por la noche y viendo que no tenía nada
mejor que hacer, accedí a acompañar a un par de amiguetes hasta el Wah Wah Club en donde iba a tener lugar
la enésima fiesta organizada por los chicos de Vinilo Valencia. Los invitados de esa noche eran Jonston, un madrileño al cual se ha
llegado a calificar como “el Ray Davies del momento” y que gracias a su nuevo disco, “Taller de Memoria”, ha conseguido alabanzas hasta del mismísimo Kiko
Amat (La Vanguardia); y Tórtel, el supergrupo de la terreta, liderado por Jorge Pérez (líder de Ciudadano o Maderita) y
acompañado por gentes como Pau Roca de La
Habitación Roja , Manolo Tarancón o Gilbertástico, nuestro Rufus Wainwright particular (¡eso
quisiera él!).
Bastante puntual salió Jonston a ejecutar su ñoño show, lo cual es muy de agradecer. Ya
sabéis, si va a ser doloroso, pues cuanto antes mejor… No le vamos a negar al
hombre que tiene un universo particular, repleto de mundos de fantasía y demás,
pero no es menos cierto que sus canciones parecen extraídas del repertorio infantil
de Rosa León. Se supone que hemos de calificar su música como conceptual, esa bonita
pero inútil etiqueta que gusta tanto a los críticos y que en
realidad no quiere decir nada. El "Ray Davies patrio" habla de
cuestiones que tienen que ver con el salto desde la infancia hasta la madurez…
¿la madurez? ¿seguro? En fin, a mi me pareció una soberana mierda. Las composiciones son
horrorosas, la puesta en escena de puta pena, la voz del tipo patética y el
concepto… ayyyyyyy el concepto!!!… Con
deciros que lo mejor del evento fue lo que transcurría fuera del
escenario. Concretamente frente al tablao. Y no me refiero a la colla de
treintañeros barbudos con pantalones de la talla 36 de la primera fila, sino al espectáculo de gordas danzantes que increpaban a la peña por que, supuestamente, no les dejaban escuchar a la banda de sus
amores… canelita fina.
Después vinieron los valencianos Tórtel. Una banda cuyos miembros están ya curtidos en
mil y una batallas. Reconozco que mi expectación era mínima, por mucho que su líder,
el mencionado Jorge Pérez, hubiese manifestado en algunos medios internetiles que lo iban a dar todo en
su tierra, por lo que “el 30 será
un día especial para el grupo, así que la actuación también pretende ser única”.
Pues bien, vale, pos m’alegro… no sonó
mal, una suerte de pop intimista con “elegantes
matices folklóricos cuyo intenso y diáfano sonido es complicado de explicar en
palabras”… pues eso, que es muy difícil explicarlo con palabras. Al menos
debemos agradecerle a Tórtel que ese
folklorismo no les llevara a versionar nuestro “grandioso” himno regional (“…per a ofrenar… noves glories a Espanya…”)
y en su lugar prefirieran un sentido homenaje a Mr. Daniel Johnston (“Devil
town”). Sin duda, el único momento rescatable de una actuación que, por lo demás, más aburrida no pudo ser.
Para rematar la faena “Los Átomos Dj´s” hicieron bailar al personal. Aunque de esto último
no puedo hablaros, ya tenía bastante carnavalito por esa noche. Por cierto que
no os he dicho que Gilbertástico hizo
doblete. Entodaía tengo pesadillas
con sus bailecitos hawainos y las poses ayquemetrenque de este ilustre patillero. En fin, que cosa más aburrida. Un querer y no poder... esa es la cuestión.
Eso sí, la fotografía que ilustra el post, y que corresponde a este mismo evento pero celebrado en Madrid, es bastante chula.
Fuente: efeeme.
Hey, gracias por venir y por el artículo. Aunque no te gustara mucho se agradece una opinión sincera y que nos hayas dedicado un ratito.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Gilber
Una pena que no te quedaras a bailar con Los Átomos. Estuvo de puta madre. No te preocupes, ya estamos pensando en más Fiestas Vinilo Valencia para la temporada que viene...te esperamos!
ResponderEliminarPues si volvéis a tocar igual vuelvo a ir. Sobretodo porque tengo un par de amigos/as bastante fans. Gracias a ti por comentar.
ResponderEliminarRespecto a las fiestas de la temporada que viene, con ansias las espero. Fijo que me veréis en alguna...
Hala, agur!!!