Ya
era hora de que el New England Journal of Medicine, la revista referente en investigación y economía médica, publicase
un estudio medianamente interesante. Estos científicos locos, siempre tan preocupados
en investigar sobre chorradas que no interesan a nadie –curar el cáncer y ese
tipo de cuestiones, ya me entendéis-, por fin, después de tropecientosmil tediosos artículos, nos ofrecen uno como Dios manda que viene a concluir lo siguiente: “Los hombres que miran cada día las
tetas de una mujer pueden vivir hasta 5 años más”. ¡Pos claro coño! Eso si que es ciencia y
lo demás son tonterías!!!
No va de broma. El
estudio es obra de la doctora Karen Weatherby, gerontóloga alemana especialista en estas
cuestiones, quien concluye que “basta con diez minutos al
día para notar este efecto”. Al menos eso es lo que se
desprende de las pruebas realizadas durante casi siete años en varios
hospitales de Francfort. La cosa fue más o menos tal que así: Se hizo un seguimiento
a cuatrocientos hombres que fueron monitorizados durante esos años. A
doscientos de ellos se los puso delante de un buen par de tetas durante diez
minutos al día, mientras que a los otros doscientos se los dispuso de cara a la pared. Al finalizar las sesiones, se pudo comprobar
como los afortunados observadores del pechamen femenino tenían
mejor presión arterial y menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares
ya que, según explica, “la excitación sexual hace que el corazón bombeé más y aumenta la
circulación de la sangre“. Además los resultados indican que con
este delicioso ejercicio “se reduce a la mitad el riesgo de sufrir un
ataque al corazón”. Por lo que la
doctora termina recomendando esta práctica, especialmente los
mayores de 40 años, ya que esta actividad equivale a treinta minutos diarios de
ejercicio en el gimnasio… ¿y quien quiere correr cuando puede estar mirando
tetas? Así que ya lo saben señoras/señoritas, ¡colaboren con la ciencia! Ja ja ja
Todo es por una buena causa.
Lo que no comenta el
estudio es sí esos beneficios en el sistema cardiovascular serían mayores si
además de mirar, se llegan a tocar las susodichas mamellas. Cuestión esta que,
sin duda alguna, formará parte del nuevo estudio de la doctora.
Ahora en serio… ya sé que
la investigación científica –y especialmente la biomédica- debe ser potenciada
por las administraciones. Pero hombre, lo que no pué
ser es que se dediquen a financiar tontás como
esta. Por qué no es un caso puntual, no... fijaos en los estudios e
investigaciones galardonados anualmente con el Premio Ig Nobel. Sin ir más lejos, este 2010 se ha premiado a unos tipos que consagran
su vida a perfeccionar un método para recoger mocos de ballena mediante
un helicóptero de radio control (wtf???),
o a otros que han descubierto que los síntomas del asma pueden ser tratados con
una vuelta en una Montaña Rusa (guaaaaauuuu!!!),
o mi favorito de todos ellos, el premio de Biología otorgado a unos
científicos chinos e ingleses que documentaron científicamente
la felación en los murciélagos de la fruta. ¿Y cómo coño se documenta eso “científicamente”?
En fin, como observareis, todo es superinteresante y profundamente revelador…
¡manda webs!
Y cual es el remedio para el vienestar de los corazones femeninos? Mirar las tetas de los hombres? jejej
ResponderEliminarBesos de Lulu
Algún gerontólogo ya está estudiándolo... ¿he oído Premio Nobel? ja ja ja
ResponderEliminar