Quiero referirme en esta entrada a la figura del fallecido cantante,
bailarín, popstar -maquinadehacermoney Michael Jackson.
No va a ser un sentido homenaje al rey del pop. Para eso ya tenéis cientos de
periódicos, revistas, webs y blogs en los que se
han vertido ríos de tinta ensalzando la obra y milagros de este infeliz nacido
negro y muerto blanco. Tampoco pienso tocar cuestiones relativas a las
circunstancias de su muerte y me da igual si al final la califican de
homicidio, de asesinato, de suicidio o de mero accidente. Ni a la polémica
sobre quien va a heredar su menoscabada fortuna. Cuestiones que no me interesan
lo más mínimo. Tampoco me apetece reflexionar sobre la actuación de unos
médicos que tuvieron a bien destrozarle la cara, entre otras cosas, tan sólo
porque Jacko tenía la maravillosa virtud de pagar con puntualidad. Sobre
moralidad y códigos deontológicos deberán manifestarse otros.
Lo que a mí realmente me inquieta del affaire Jackson, por el que me estrujo las meninges y escribo estas líneas, hace referencia a una cuestión mucho más banal: ¿Qué coño nos quiso transmitir Michael Jackson con su exitoso hit “Smooth Criminal”? Y es que, el que para muchos es su mejor tema, es muy difícil de descifrar. Comencemos por preguntarnos lo siguiente: Si el tipo es un “criminal de guante blanco”, ¿a Santo de qué se cargó a Annie? ¿Qué clase de ladrón de guante blanco va por ahí matando personas? No es esta una cuestión carente de interés, señores. Es la clave de un misterio.
La información con la que contamos es poca y nos la facilitan las estrofas de la canción. O sea, que un tío entró sigilosamente por la ventana del apartamento de Annie (suponemos que con la intención de robar), pero de alguna forma la cagó y produjo “el sonido de un crescendo” y lo que cojones signifique eso. La tal Annie, suponemos que por culpa del ruido, se despierta y sorprende al ladrón. El tío se asusta y corre tras ella con la intención de reducirla. Pero no solo eso, en un acceso de ira, el tipo la emprende a golpes con la pobre Annie -“you’ve been hit by, you’ve been hit by…”- hasta que cae fulminada al suelo dejando manchas de sangre sobre la alfombra.
Por si lo relatado no es suficientemente raro, todavía hay algo más. Lo más extraño lo canta hacia mitad de la canción: “Así que salieron… era un domingo… que día tan negro… resucitación boca a boca… latidos sordos… intimidaciones…” A ver… Vayamos por partes. ¿No habíamos quedado en que el ladrón se había cargado a Annie y que el Jacko o su álter ego la encontró ya muerta? ¿Entonces como puede ser que aún le latiera el corazón? Y si no, ¿para qué le práctico la respiración asistida? Aunque lo más inquietante es lo de las intimidaciones. ¿Qué coño quiere decirnos con eso? ¿Intimidaciones a cargo de quién? ¿Conocía Jacko a ese smooth criminal trasmutado en asesino circunstancial? ¿Lo convierte eso en cómplice del asesinato? ¿Cooperador necesario? ¿Encubridor tal vez? En fin, soy consciente que todo esto son cuestiones que ya nadie podrá resolver y que con el tiempo no interesarán. Aquellos que podían haberlo hecho, Jacko y Annie, ya no están entre nosotros. Annie ya no está Ok. El rey del pop tampoco. Descansen en paz.
Que puta miiiiiieeeeeerda de letra mondieu!!!
Lo que a mí realmente me inquieta del affaire Jackson, por el que me estrujo las meninges y escribo estas líneas, hace referencia a una cuestión mucho más banal: ¿Qué coño nos quiso transmitir Michael Jackson con su exitoso hit “Smooth Criminal”? Y es que, el que para muchos es su mejor tema, es muy difícil de descifrar. Comencemos por preguntarnos lo siguiente: Si el tipo es un “criminal de guante blanco”, ¿a Santo de qué se cargó a Annie? ¿Qué clase de ladrón de guante blanco va por ahí matando personas? No es esta una cuestión carente de interés, señores. Es la clave de un misterio.
La información con la que contamos es poca y nos la facilitan las estrofas de la canción. O sea, que un tío entró sigilosamente por la ventana del apartamento de Annie (suponemos que con la intención de robar), pero de alguna forma la cagó y produjo “el sonido de un crescendo” y lo que cojones signifique eso. La tal Annie, suponemos que por culpa del ruido, se despierta y sorprende al ladrón. El tío se asusta y corre tras ella con la intención de reducirla. Pero no solo eso, en un acceso de ira, el tipo la emprende a golpes con la pobre Annie -“you’ve been hit by, you’ve been hit by…”- hasta que cae fulminada al suelo dejando manchas de sangre sobre la alfombra.
Por si lo relatado no es suficientemente raro, todavía hay algo más. Lo más extraño lo canta hacia mitad de la canción: “Así que salieron… era un domingo… que día tan negro… resucitación boca a boca… latidos sordos… intimidaciones…” A ver… Vayamos por partes. ¿No habíamos quedado en que el ladrón se había cargado a Annie y que el Jacko o su álter ego la encontró ya muerta? ¿Entonces como puede ser que aún le latiera el corazón? Y si no, ¿para qué le práctico la respiración asistida? Aunque lo más inquietante es lo de las intimidaciones. ¿Qué coño quiere decirnos con eso? ¿Intimidaciones a cargo de quién? ¿Conocía Jacko a ese smooth criminal trasmutado en asesino circunstancial? ¿Lo convierte eso en cómplice del asesinato? ¿Cooperador necesario? ¿Encubridor tal vez? En fin, soy consciente que todo esto son cuestiones que ya nadie podrá resolver y que con el tiempo no interesarán. Aquellos que podían haberlo hecho, Jacko y Annie, ya no están entre nosotros. Annie ya no está Ok. El rey del pop tampoco. Descansen en paz.
Que puta miiiiiieeeeeerda de letra mondieu!!!
Si bien el vídeo no está mal del todo, va...
Annie are you o.k.?
So Annie are you o.k.?
Are you o.k. Annie?
...
You've been hit by
you've been hit by
a smooth criminal.
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