"Sin sangre" constituye la vuelta de Alessandro Baricco al género que mejor se le da, la novelita corta o el cuento largo, como prefiráis llamarlo. En esta ocasión el escritor turinés nos sitúa en un ambiente de posguerra de un país imaginario que no es España, ya que, como el propio autor advierte, la utilización frecuente de nombres hispánicos es un hecho puramente musical que no pretende sugerir una localización temporal o geográfica de los acontecimientos que se narran.
La existencia de Manuel Roca y sus hijos transcurría apaciblemente en una vieja granja alejada del mundanal ruido, pero un día esto va a cambiar de manera drástica. El detonante será la aparición de un viejo Mercedes con cuatro hombres dentro y que se dirige a toda velocidad rumbo a la casa. Las consecuencias de tan inesperada visita determinarán la vida de las personas que allí se dan cita. Especialmente la de Nina, hija pequeña de Roca y principal protagonista de la historia.
El relato se estructura en dos partes. La primera es excepcional, por temática y ritmo narrativo deudora de la obra del gran Cormac McCarthy. Comienza con la llegada de los cuatro hombres en busca de Manuel Roca, un personaje con muchos pecados de guerra que expiar. Esta parte concluirá con una salvaje escena final. La segunda parte del libro transcurre muchos años después, cuando Nina se encuentre con el más joven de los hombres que fueron al encuentro de su padre y conversen largamente. Es un final en el cual Baricco ha querido dejar una tímida nota de esperanza. ¿Confianza ciega en la especie humana? (...)
Y es que, a pesar de que no estemos en Bosnia, Kosovo, ni en el Cáucaso, la situación descrita podría suceder en cualquiera de esos enclaves. “Qué demonios hemos hecho” se pregunta uno de los protagonistas, y es que la guerra siempre despierta las pasiones y los instintos más escondidos de los seres humanos. Una historia que hurga en las profundidades del alma humana, que mal que le pese a Platón, no es blanca e inmaculada.
-->
No hay comentarios:
Publicar un comentario