Todavía
con la retina cargada de imágenes de la gran victoria de España en semifinales
del Europeo de Baloncesto frente a Grecia, nos acercamos hasta el Wah Wah Club
para ver que nos ofrecían Nudozurdo, una de las revelaciones musicales del
panorama español durante el pasado 2008. Y la cosa no defraudó en absoluto, la
verdad, no me extraña que algunas revistas y blogs especializados saludaran
Sintética, último disco de los madrileños, como el mejor de todo el 2008 dentro
de nuestras fronteras, habiendo incluso quien comentó que estábamos ante “una obra
maestra que ha roto por completo el panorama del rock nacional”. Por todo ello,
las expectativas estaban muy altas. Bueno, por eso y porqué realmente Sintética
es un pedazo de álbum en el que se contienen impresionantes canciones como “Negativo”,
“Mil espejos”, “Ha sido divertido” o “Yo soy el hijo de Dios”.
Antes
que Nudozurdo estuvieron sobre el escenario Velocista, el grupo valenciano surgido
de entre las cenizas de los desaparecidos Mr. Vértigo. Reconozco que nunca les
había escuchado, por lo que tampoco tenía una idea preconfigurada de lo que me
iba encontrar. ¿Y que es lo que hayamos?, pues otra nueva banda de indie-rock patrio
con una herencia demasiado evidente de los míticos Surfin Bichos, con una
puesta en escena profesional y un sonido correcto pero sin alardes. Vamos a
dejarlo en decente.
Y
después salieron Nudozurdo, de cuya actuación poco voy a comentar. Sencillamente
brutal, así fue el concierto. En todos los sentidos. Un directo con una
intensidad difícil de explicar. Apabullante por momentos. Cuatro músicos en
estado de gracia que me hicieron disfrutar de una actuación en directo como hacía tiempo no
pasaba. Gracias Leopoldo Mateos.
...y gracias Pau.
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