La F1 es una puta mierda

Sí, ya se que suena soez y que no es muy adecuado titular una entrada utilizando  palabras malsonantes, pero es que no se me ocurre otra forma más correcta de expresar lo que pienso sobre este asunto. Encima el blog es mío, así que escribo lo que me sale de la punta de la polla, ¿capish?

Aclarado este punto, vayamos a la cuestión de fondo. Durante las últimas semanas las páginas de los periódicos deportivos se ocupaban de la F1 con motivo de la sanción impuesta al equipo Renault por provocar el accidente de uno de sus pilotos, Nelson Piquet Jr., durante la disputa del GP de Singapur 2009. La decisión de los jueces de competición ha sido la de sancionar duramente a importantes miembros de la escudería francesa, hasta el punto de que uno de ellos, el tal Flavio Briatore (un picha-Reagan de costumbres berlusconiescas), nunca más podrá formar parte de este circo. Pero lo más gracioso de todo es que, pese a considerar probada la existencia de tamaña irregularidad, ¡no se ha declarado nulo el resultado de la carrera! O sea, confirmamos un fraude deportivo con graves consecuencias para la competición, pero nos da igual, no pasa nada, buscamos un par de cabezas de turco y sanseacabó… no movamos más el árbol no sea cosa que se nos caiga encima. Ah, y lo que es muy grande es que el ejecutor material de la estafa, el tal Nelsinho, salga de rositas de esta al ser considerado como “testigo protegido” del tribunal. Al parecer el tal Max Mosley, un septuagenario filonazi y aficionado al sado-maso, ha premiado al muchachito brasileño con la inmunidad absoluta a cambio de contarlo todo, y de paso servirle en bandeja la cabeza de su archienemigo Briatore. A la vista de lo cual, yo me planteo lo siguiente: ¿Cómo coño puede ser testigo protegido aquel que es el causante de la acción que se enjuicia? Desde luego, la decisión del tribunal es digna del Haití de Papa Doc.

Y llegamos a la jornada de hoy, la calificación del GP de Japón 2009, que no he visto íntegramente. Parece ser que se ha sancionado a varios pilotos por la comisión de diferentes irregularidades: a unos por ir demasiado lento con bandera amarilla en pista, a otros por ir demasiado rápido y adelantar con idéntica bandera… ¿a ver en que quedamos? ¿qué los jueces iban borrachos o que pasa aquí? Y no es la primera vez. Este deporte (¿?) es un puto cachondeo, igual se sanciona a un tío por salir muy lento del pit-lane, o muy rápido, o por exceder la velocidad permitida en la entrada de boxes, o por no salir, o por no entrar… todo es susceptible de ser penalizado, según como les de el viento a los comisarios de pista. Uno llega a pensar que están tan aburridos de ver a estos tíos dándole vueltas al scalextric que se inventan cosas para darle picante a la competición. Por que seamos sinceros, el espectáculo en sí es más aburrido que tragarse “El misteri d’Elx” o “La Pasión de Esparraguera” en sendas sesiones non-stop.

Si la gente en España ve la F1, o lo vemos (que yo a veces también peco), es debido a la mega-promoción que algunos canales de televisión han hecho durante estos últimos años. Bueno, por eso y por la eclosión de Fernando Alonso, primer piloto nacional campeón del mundo de la especialidad. Por que no hace tanto tiempo, este espectáculo político - deportivo tan sólo era seguido por cuatro gatos mal contados… mal que les pese a esa secta de tíos vestidos de rojo que se hacen llamar “ferraristas”. Y es lógico, no hay que tomárselo a mal, la F1 en esencia es una puta mierda, insisto. Un despiporre en el cual todo es posible, todo cabe, todo vale porque no hay reglas, y si las hay nada obsta a que las cambien sobre la marcha. ¡De puñetera vergüenza! Un circo al que constantemente le crecen los enanos. Y es que con tantas polémicas y cambios arbitrarios en reglas y criterios, esto no lo entiende ni la madre que lo parió (o sea, "Dª Rogelia" Ecclestone).

En fin, que la F1 apesta, ¿lo he dicho ya alguna vez?

... y que se jodan "el beato", "el yernísimo" y "la mujer de rojo". ¡¡¡Mangarrufadas a otro lado... hioputas!!!