Espectacular
sábado noche de mantita y peli. Gracias por tanto TCM… Nunca te lo agradeceré lo suficiente.
De
entrada decir que la traducción del título original aquí en España me parece
desafortunada. Creo que lo más adecuado hubiese sido titular “Los floros y Harrison” y a su visionado me
remito.
El
asunto es que, en mi particular historial cinéfilo, se incluyen muchas
películas tontas en diferentes grados: Tontas a secas, algunas tontísimas y
otras tantas tontas de pelotas. Pues bien, esta va a ocupar un lugar muy
destacado dentro de las últimas. No sé qué volumen de inversión habrán
soportado las productoras para llevar adelante semejante engendro, pero
cualquier euro empleado está tirado a la basura. Así pues recomiendo que os dejéis
de tonterías y paséis de ella. Hay demasiadas cosas interesantes que hacer como
para perder el tiempo con tamaña memez. Si a pesar de la advertencia insistís
en verla, mejor os cuento de qué va a ver si así…
“Las flores de Harrison” narra la historia
de una tía que curra en una revista de investigación y que viaja a Bosnia,
Serbia, Croacia o por ahí para buscar al barbas de su marido, de quien está
profundamente enamorada al igual que toda la ristra de periodistas gays que configuran el reparto. Al tipo
le han dado por desparecido en el marco del conflicto bélico que asola los
Balcanes. La revista para la que curra la tipa, encarnada por la señora de los
anuncios de L'Oreal, es una de esas que se dedican a explicar al mundo
las bondades del intervencionismo americano con sus marines y demás mandanga, en pos de la defensa de las libertades y
para la destrucción del eje del mal. Pues nada, ahí se planta la chiquilla, entrando
sin dificultad en uno de esos países repletos de cabrones antidemocráticos y filocomunistas para, casualidades de la
vida, toparse con el novio de la Pataky y sus colegas gays.
Evidentemente todos ayudan a la tipa a encontrar al barbas, por quien están
absolutamente colaos, lo encuentran y
lo salvan. A todo esto, el novio de la Pataky coge y se muere el muy cabrón, no
sin antes soltar un alegato en favor del periodismo independiente que mola
cantidad. Total, que el voluntarismo norteamericano triunfa vs la
barbarie poscomunista. ¡Ah! Que no se me olvide comentar que en el reparto,
además del novio de la Pataky y la del L'Oreal también está un pelirrojo que siempre hace de peli cabrón, cura corrupto o miembro del IRA en
americanadas varias. También un calvo reprimido
que me suena de cien películas malas, que se patea todos los Balcanes vestido
del Coronel Tapiocca y sin
mancharse. ¡¡¡Échale huevos!!!
En
serio, la peli mola cantidad.
Ah! ¿Que
no es una americanada sino cosa de franchutes?
Pues tres bien mon ami…
Un copia indisimulada y poco afortunada de “La Fuga de Logan”, dirigida por Michael Anderson allá por el 1976. Y vale, reconozco que tampoco soy fan de la original. Pero sin parecerme una gran producción, sí que la considero como una estimable película de género, en este caso de ciencia ficción. Y lo cierto es que tras visionar esta nueva americanada que nos llega de la factoría de ideas del Sr. Bay, ha aumentado la estima que tenía por aquella. Y es que esta suerte de remake chusquero es lo puto peor. ¡Hasta Michael Cork parece un actorazo frente a lo que ofrece Ewan McGregor!
El Michael
Bay, en su línea sostenida de mediocridad, revienta una historia con
posibilidades para convertirla en un bodrio de acción con persecuciones y tiros
a mansalva. Vaya, lo de casi siempre. Fatalmente construida, con situaciones forzadísimas
y repletas de efectismo barato totalmente gratuito... Y con unos personajes más
planos que una tabla de planchar, of course, no sea cosa que la
labor actoral ensombrezca la figura de este magno creador. Leyenda viva del
séptimo arte tras filmar clásicos del cine contemporáneo tales como “Armageddon” (1998) o “Pearl Harbor” (2001). Por cierto que, la
campaña de promoción de “La Isla” recordando el excelso currículum de su
director, me parece impagable. Así que nada Sr. Bay, muy biennn… Ánimo y siga probando, a ver que tal la próxima.
Es que encima ni tan siquiera hubo oportunidad de deleitarse con escenitas subidas de tono protagonizadas por la Johansson. Lo que hubiera aumentado mi valoración del film... Y de cualquier otro film vaya.
Es que encima ni tan siquiera hubo oportunidad de deleitarse con escenitas subidas de tono protagonizadas por la Johansson. Lo que hubiera aumentado mi valoración del film... Y de cualquier otro film vaya.
Así pues, como veréis, fue una noche memorable.
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