Ha sido éste último un f
Pues bien, fue el viernes
a eso de las 22:30 y en el mismo lugar en el que los vi hace algo más de un año, cuando actuaron Nudozurdo, cuarteto
madrileño liderado por ese hombre con físico de baloncestista y nombre de
escritor del Siglo de Oro español. Sí señores, el gran Leopoldo Mateos, Leo
para los amigos, nuestro Ian Curtis particular -¡ohhh sacrilegio!-. Y es que a
nadie se le pueden escapar las similitudes existentes entre ambos personajes tras asistir
al espectáculo que supone ver a Leo liberándose de sus fantasmas sobre la
tarima, mirando al vacío desde las alturas y hablándonos más que cantando sus
enfermizas a la par que maravillosas letras. Tan sólo le faltan los bailecitos
espasmódicos del icono de Manchester, pero no importa, con todo y sin eso el
madrileño puede jactarse de ser el líder de una de las mejores bandas del pop y
del rock nacional y, a expensas de ver que nos depara el próximo concierto de
los Manel, la que mejor directo
ofrece.
Y es que el concierto de Nudozurdo fue sensacional. Oscuro,
intenso, incluso virulento en algunas de sus partes, enriqueciendo muy mucho su
propuesta de estudio, desmontando, intensificando y dilatando las canciones a
su antojo. Con mención especial para esa barbaridad extraída de su álbum de
debut titulada “Dentro de él” – mi favorita de siempre junto a “Ha sido divertido”
y en la que, posiblemente, se aprecia más la influencia de los Joy Division- y a la esperadísima por
todo el público “El hijo de Dios”, pero en versión alargada, con la que
cerraron el setlist antes de los
bises de rigor.
En definitiva, un concierto
soberbio al cargo de una banda en estado de gracia. Incluso mejor que la vez anterior.
Dos cuestiones más para
terminar. Como teloneros actuaron Modelo de respuesta polar, banda valenciana
de la que sólo había escuchado una canción y, sinceramente, ni fu ni fa. Por
eso preferimos quedarnos apalancados en el bar de las celebrities del que ya os he hablado alguna vez (I y due), con la esperanza
de que aparecieran por allí los músicos de Nudozurdo.
Y como no, aparecieron, se sentaron y cenaron a nuestra vera. La segunda cuestión hace
referencia a unos comentarios vertidos en la red, sobre el mal comportamiento
de los asistentes al evento. La palma se la lleva el siguiente párrafo extraído
de la crónica al concierto realizada por el crítico de Muzikalia: “Aunque el premio a la mejor denostación de
la raza humana fue para los individuos que asaltaron el escenario antes del
bis. Lamentable acto de zafiedad trasnochada.” Vaya por delante que me
gusta mucho este weblog y que sus
redactores suelen ser gente seria a la que me gusta seguir. Pero en esta ocasión
me parece que han enloquecido. Yo, que estaba más o menos donde se produjo el “lamentable
acto de zafiedad trasnochada”, tan sólo vi a unos chavales/as que pretendían
agenciarse el tracklist y alguna que otra pua perdida o hacerse unas fotillos
de recuerdo, ¿tampoco es para tanto? ¿o sí?
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"Ha sido tan divertido habernos encontrado,
ha sido tan divertido que me hayas acogido,
ha sido tan divertido habernos disfrazado,
ha sido tan divertido reírnos de lo mismo.
Ha sido divertido hacer mil planes juntos,
Ha sido divertido que me hayas contagiado,
Ha sido divertido habernos insultado,
ha sido divertido, sí."
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