Sirva esta entrada para rendir
homenaje al instigador de este blog y aclarar un malentendido. Aquel que
hizo que esta bitácora se llame como se llame. Cómo es
un tipo discreto, poco amante de cámaras y flashes, no diré su nombre. Me
referiré a él como el autor moral, tal cual lo denominaría una leyenda del
periodismo como PedroJeta. Así pues la otra tarde estábamos el autor
moral y servidor, ciegos de cerveza como tantas veces, y en algún punto de la
conversación salió a relucir que no eran tres sino dos los cagallones que
había bajo el piano. Sí, porque el título de este blog hace referencia
a una supuesta película, inventada en su día por el autor material of
course, que respondería a ese título. A fuerza de repetirlo una y otra vez
durante años, inventando incluso un argumento y un reparto, acabó instalándose el
mito de su existencia. Siendo durante décadas una de las cintas más buscadas en
los videoclubs de Almussafes y alrededores. Algo parecido a lo que la discografía de
Spinal Tap fue para los melómanos gringos, o el Necronomicon para muchos ocultistas y lectores de
Lovecraft. En clave local o a lo sumo comarcal, claro está.
Así pues, les comunico que este blog pasa a llamarse Dos
Cagallons Baix d’Un Piano… Pero solo moralmente. Como aquí no tenemos
moral, ni mucho menos tiempo y ganas de rectificar diseño y textos, pues todo quedará
igual, con los característicos tres mojones debajo del pianito.
Y eso es todo…
Atentamente,
Sulo Pekka Resmes (ft. El Dire)
Administrador Único de T.C.B.U.P.
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