Recién llego del cine tras ver “Los Cronocrímenes” (2007), primer
largometraje del cántabro Nacho Vigalondo como director. Un joven realizador que
saltó a la fama en 2003, después de que su cortometraje “7:35 de la mañana” fuese nominado al Oscar.
Así a bote pronto y a expensas de que medite un poco más sobre lo visto, he de
decir que me ha gustado bastante. Vaya, que mereció la pena gastarse las perras
en la entrada. Además no me parece que se la haya inflado por ser una producción
española. Ni siquiera por parte de esa crítica amiga tan servil con según
quienes.
Estamos ante un ejercicio de estilo muy bien planificado
y ejecutado, a pesar de las dificultades que plantea la trama. La clave no es
tanto lo que se cuenta como la forma en que se cuenta. Respecto a lo primero
solo pienso decir que va sobre un viaje en el tiempo y que hay un asesino
enmascarado. Eso y que se desarrolla íntegramente en un bonito trozo de jardín
sito en algún enclave natural de la campiña vasca. Nada más. Cualquier comentario
extra podría destripar la película y joderos la sorpresa.
Alabada en todos los festivales por los que ha desfilado, Vigalondo demuestra con su ópera prima que con imaginación y talento se puede aportar mucho a este, cada vez menos original mundo del cine. Creyendo ciegamente en las posibilidades de uno mismo y con algo de financiación, obviamente. Y eso nomás…
Por cierto que en la red circula un rumor que sitúa a
David Cronenberg como director del remake norteamericano de “Los
Cronocrímenes”. Al parecer, el director de “Promesas del Este”, “Una historia de violencia” o “Inseparables” quedó impactado tras verla en un festival de cine
fantástico. Ja vorem que fa. Si bien, ¿es necesario un remake, mante?
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