Cuando ayer posteaba mis impresiones sobre la ópera prima de Nacho Vigalondo, me referí a cierta crítica
española muy servil con determinados directores y productoras. Comento esto
para introducir mi punto de vista sobre otro de los últimos éxitos del cine
español, “El Orfanato” (2007), del también debutante Juan Antonio Bayona. Caso típico
de esas otras producciones que sí gozan de viento a favor y que tan buenos réditos,
en forma de caché y taquilla, les reporta. De hecho estamos ante la producción
nacional con mayores ingresos por taquilla durante el ejercicio pasado. Transcribo
mi humilde aportación al apartado “críticas” del Filmaffinity:
El Orfanato: Mojón de primer orden.
El Orfanato: Mojón de primer orden.
Tras la estomagante campaña publicitaria que nos ha tocado
padecer gracias a nuestros amigos de Telecinco, por fin llega a nuestras
pantallas esta peliculilla con ínfulas de obra maestra y que en realidad no es
más que un refrito de tópicos del cine de terror. Un enorme deja vu que llega a ser vergonzante. Y
es que a cualquier cinéfago de nivel
medio le irán viniendo a la mente, una tras otra, cientos de películas del
género en las que ya ha visto escenas o situaciones iguales a las que aquí se
plantean. Con todo, eso no es lo peor de la película, sino esa búsqueda
desesperada del susto por el susto a base de subidas de volumen. De hecho dan
ganas de demandar a los realizadores de esta cosa por atentar contra la salud
auditiva de los espectadores. Un recurso que denota la incompetencia del
enésimo “renovador del cine de terror” que suple sus carencias acudiendo al recurso
fácil.
También reseñar la sorpresa que me produce leer las maravillosas críticas recibidas por parte del panteón de críticos españoles. Y vaya, que yo entiendo que debemos promocionar a nuestro cine, pero también creo que se le hace un flaco favor si elevamos a los altares a medianías de este tipo. Se pierde credibilidad y da sensación de poco respeto por tan noble arte. Y si no somos capaces de respetar lo nuestro, no sé cómo pretendemos que lo respeten desde afuera. En fin, que pagaría por ver las críticas de esos mismos periodistas si “El Orfanato” fuese una producción extranjera.
También reseñar la sorpresa que me produce leer las maravillosas críticas recibidas por parte del panteón de críticos españoles. Y vaya, que yo entiendo que debemos promocionar a nuestro cine, pero también creo que se le hace un flaco favor si elevamos a los altares a medianías de este tipo. Se pierde credibilidad y da sensación de poco respeto por tan noble arte. Y si no somos capaces de respetar lo nuestro, no sé cómo pretendemos que lo respeten desde afuera. En fin, que pagaría por ver las críticas de esos mismos periodistas si “El Orfanato” fuese una producción extranjera.
PD. Lo de “...una
Belen Rueda gigantesca. (...) Puntuación: **** (sobre 5)” de Antonio
Trashorras en el Fotogramas me ha tocado el alma. Me acabo de enterar que Belén
mide dos metros en lugar del 1’72 que figura en su ficha. Gracias por sacarme
del error.
No hay comentarios:
Publicar un comentario