Srebrenica es una pequeña localidad
de la actual Bosnia y Herzegovina, cuya principal fuente de ingresos son la minería y un reconocido balneario. Con una población multiétnica y
multicultural, mayoritariamente bosniacos musulmanes y serbobosnios, esta
“ciudad de plata” -que es lo que significa Srebrenica en serbocroata-, cuenta
con una larga historia. Al parecer las minas de plata que le dan nombre ya eran
explotadas por los romanos. Quienes además construyeron un balneario para
aprovechar el manantial de aguas medicinales que discurre por la población.
Sin embargo no es debido a estas cuestiones el que esta ciudad sea conocida en
el mundo entero, sino por la masacre de julio de 1995, en el marco
de la Guerra de los Balcanes (1992 - 1995). Uno de los episodios más
vergonzosos de la historia reciente del continente europeo. La masacre, o más
bien el genocidio, acabó con la vida de unos ocho mil civiles bosnios a manos
de unidades del llamado Ejército de la República de Sprska –el ejército
serbio de Bosnia- y de paramilitares serbios que se introdujeron en una zona,
previamente declarada como segura por las Naciones Unidas y protegida por
un destacamento de cascos azules holandeses.
El tipo fundaría en 1990 el Partido
Democrático Serbio, con el fin de unir a los serbios de Bosnia. Ese fue su
trampolín hacia el poder. Ahí comenzó a producirse la mutación de este aspirante
a poeta y médico frustrado, hasta convertirse en una especie de Hitler balcánico. Si bien, su “reinado” duró bien poco, coincidiendo con los tiempos más oscuros de la actual república de Bosnia y Herzegovina. Su sueño era crear y gobernar
una república serbia independiente, algo que no alcanzó por vías democráticas por lo
que recurrió a la instigación de la violencia e instaurando un régimen de terror. Después dedicaría todos los recursos a su
alcance para acabar con la población de Bosnia que no fuera serbia, es decir,
casi el cincuenta por ciento, siendo el responsable político de las llamadas “operaciones
de limpieza” realizadas por las fuerzas serbo bosnias. Entre
estas se encuentra la perpetrada en Srebrenica y que es la que origina esta
entrada. Pero es que además es responsable de crear campos de concentración para
musulmanes y otras minorías, de deportar familias enteras y de miles de casos de tortura y violación.
Lo jodido es que todo esto parece una cuestión lejana en el tiempo. Como de otra época. Pero ni es tan antiguo, ni sucedió
demasiado lejos de aquí. Ocurrió hace apenas quince años y a poco más de dos mil kilómetros, con la
comunidad internacional -con Europa a la cabeza- mirando para otro
lado. También la ONU y sus cascos azules, responsables pasivos de la
matanza de Srebrenica. Comportándose como privilegiados observadores del espectáculo
sangriento ofrecido por las huestes del carnicero de Srebrenica. Tendrán algo para
contarles a sus hijos. También es verdad que en esa zona no hay petróleo, ni
ningún otro recurso natural codiciado. No sé de qué me
quejo entonces...
¿Consuela la captura de Karadzic, cual responsable político del genocidio? Pues no del todo, la verdad. Pero vaya, algo es algo... También está eso de que a cada cerdo le llega su San Martín...
¿Consuela la captura de Karadzic, cual responsable político del genocidio? Pues no del todo, la verdad. Pero vaya, algo es algo... También está eso de que a cada cerdo le llega su San Martín...
No hay comentarios:
Publicar un comentario