martes, 12 de mayo de 2009

En la ciudad china. Miradas sobre las transformaciones de un Imperio


Si algo tiene de bueno Bancaja, la entidad financiera indígena, es que ha sabido elegir muy bien a sus responsables culturales. Tal vez no sea mucho consuelo viendo en la que nos han metido, pero vaya, le tengo que reconocer ese mérito a riesgo de ser el único. Cuento esto porque la muestra estrella del Centro Cultural Bancaixa durante estos meses, “En la ciudad China – Mirada sobre las transformaciones de un Imperio”, es una auténtica gozada. Y lo expreso así, sin ambages, me parece la mejor exposición que he visto en mucho tiempo. Es verdad que viene con el sello de garantía del CCCB de Barcelona. 

“En la ciudad china” es una muestra fundamentalmente audiovisual en la que, a través de proyecciones, maquetas, fotos y sonidos se nos acerca al extraño e hipersónico viaje que han sufrido las más importantes ciudades chinas -y suponemos que China en general- en un corto espacio de tiempo. Asistimos, entre otras cosas, a como era el Shangai prerrevolucionario, el Pekín post – JJOO o que es lo que queda de Shuzou, “la Venecia de Oriente”. Una China remota y ultramoderna, cuyo proceso de occidentalización parece no tener fin. Al coste que sea, cuestión esta que también se muestra a través de imágenes y variada documentación. Es lo que tienen las dictaduras, que su propaganda oficial intenta convencer a los oprimidos ciudadanos de que todo lo hace para ellos, pero sin contar con ellos. Es duro contrastar como el esplendor de los rascacielos de las megalópolis chinas está siendo observado por millones de ciudadanos que se hacinan en fábricas -en sitios como Shenzen-, o pululan por las calles de la capital aceptando todo tipo de trabajos para sobrevivir. La crítica no se agota aquí y hay otros momentos presentes en la muestra, que no pasan desapercibidos. Por ejemplo lo relativo a los costes, no sólo económicos, que suponen los nuevos macro proyectos anunciados para los próximos años por el gobierno chino. Por ejemplo el de “La presa de las Tres Gargantas”, que supondrá al menos millón y medio de desplazados.

Resulta interesante ver reflejado en imágenes en que consiste ese concepto tan utilizado por las autoridades chinas de “La gran mutación”. A nivel arquitectónico y urbanístico no significa otra cosa que la destrucción de todo vestigio de la vieja China urbana. Con ello están consiguiendo perder parte de la identidad que, con denuedo habían edificado las pasadas generaciones de chinos. O tal vez no y lo que están logrando es construir una nueva identidad nacional, cuya representación en lo arquitectónico consiste en estas ciudades futuristas que evocan los mundos soñados por el mismísimo Philip K. Dick.

No sé qué más decir tíos, pero lo cierto es que la exposición es una pasada. Yo ya he ido un par de veces y pienso acercarme alguna más antes de que chapen. Sobre todo por volver a ver alguno de los cortos de destacados cineastas chinos que forman parte de la muestra. Con una mención especial para el de Jia Zhangke sobre los canales de Shuzou. Precioso. Pues eso. Y que no os la deberíais perder. Estará hasta finales de junio. Ánimo.

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