La
voluptuosidad se puede definir como la incitación o satisfacción de los
placeres de los sentidos, estando especialmente referida al ámbito de lo sexual.
Mucho de eso tiene “La voluptuosidad”, mi primera aproximación a la obra del
historetista y dibujante francés Blutch. Y me ha gustado bastante, la verdad,
por lo que pienso repetir. Y eso a pesar de que este álbum es ciertamente
extraño, por temática y situaciones una novela gráfica de digestión compleja y
por consiguiente poco apta para todo tipo de lectores.
Pareciera
como si Blutch hubiese decidido plasmar de forma impulsiva algún sueño propio,
trasluciéndose así sus fijaciones más intimas, que mucho tienen que ver con el
horror y el sexo. O más bien con la fruición de los sentidos, los placeres y su
contrapunto. Supongo que se podría
elaborar una interpretación freudiana del álbum, por lo del Eros y el Tánatos y
demás. Pero ni tengo los conocimientos necesarios para ello, ni me interesa demasiado,
la verdad. Me
quedo con el hecho, evidente por otro lado, de que la novela está repleta de símbolos
indescifrables salvo para la mente del propio autor.
Aunque
lo que más me gusta de esta historia tan surrealista, es la fuerza de sus
situaciones. Inverosímiles e
ininterpretables cierto, pero dotadas de un magnetismo tan brutal que nos
impide despegar la mirada del álbum ni por un segundo. Gran culpa de ello la
tiene el dibujo a lápiz de Blutch, abocetado, sucio y oscuro. Además, la
preponderancia de gamas de rojos y negros/grises y la abundancia de
claroscuros, le van muy bien al tono general del álbum, salvaje y malrrollero
por partes iguales, incluso expresionista, me atrevería a decir.
En
fin, una buena película dirigida por David Lynch con una puesta en escena a lo
Tim Burton, pero escrita y dibujada por Blutch. Leeré alguna cosita más del
autor. De hecho ya me agencié “Blotch”.
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