Que
Jason Molina es uno de mis artistas favoritos, ya lo sabéis quienes sois
asiduos a esta bitácora. Tampoco me duelen prendas en
proclamarlo por enésima vez. Y es que admiro profundamente a este hijo de emigrantes españoles, nacido hace treinta y cinco años en Ohio, con una sólida trayectoria
musical a las espaldas.
Molina
en solitario nos regaló aquel maravilloso “Let me go, let me go, let me go”. Molina acompañado de
otros artistas de talla mundial, grabó “Amalgamated Sons of Rest”. Tremendo álbum compartido con Will Oldham y Alasdair Roberts. Molina al frente de sus bandas Songs:Ohia y Magnolia Electric Co., nos deleitó con “The Lioness” o el más reciente “Josephine”… En fin, que me gusta toda su producción, ya desde 1996 cuando
comenzó a forjarse el culto, hasta estos días en los que, por cierto, se
encuentra girando por la península. Como no podía ser de
otra manera, al llegar a la altura de Valencia, pasará de largo… Pero es que el
tío no para y ahora anuncia un nuevo trabajo en colaboración con Will Johnson, otro genio de esto. Un disco que será presentado
en el próximo Primavera Sound en el que Molina & Johnson tienen previsto participar.
Bien,
todo este rollo para reivindicar -¡si es que hay algo que reivindicar!- el
fantástico quinto álbum de Songs:Ohia, titulado “The Lioness”. Publicado
originalmente en el año 2000, se compone de un conjunto homogéneo de canciones lentas y oscuras, en
las que impera una profunda sensación de tristeza… ¡Bendita tristeza! Desconozco
los motivos que llevaron a Molina a componer estas canciones, marchando hasta Glasgow para grabarlas, pero
le estoy profundamente agradecido por compartir todas esas emociones con nosotros. Es más, me considero en deuda con quienes le llevasen hasta ese estado
depresivo. Y es que, cómo alguien dijo alguna vez, las mejores composiciones surgen
de la pena y la tristeza. Este disco es buena muestra de ello.
En
fin, que pese a no estar para nada triste, ni siquiera un pelín decaído, esta semana me ha dado por sumergirme en los nueve cortes que componen este pedazo de álbum. Que además suponen una banda sonora ideal en estos días tan aciagos, en lo climatológico.
Por cierto que, no he comentado que en la grabación colaboraron los miembros de Arab Strap. Así pues, gracias también a ellos en la parte que les corresponda.
Por cierto que, no he comentado que en la grabación colaboraron los miembros de Arab Strap. Así pues, gracias también a ellos en la parte que les corresponda.
Para finalizar enlazo una interesante entrevista al genio de Oberlin, que apareció publicada en Muzikalia el pasado mes de septiembre.
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