Cuentan
que fueron la frustración y el pesimismo ante la precariedad del día a día, así
como la incertidumbre ante el futuro y el de la gente de su generación, lo que
inspiraron a Chuck Palahniuk para escribir “El club de la lucha”, allá por el
1996. Lo cierto es que, pese a ser admirador confeso de Palahniuk, a día de
hoy aún no me he leído esa novela, aunque si he visto la adaptación cinematográfica que David Fincher hizo de ella. Cuento esto porqué, justo ahora,
acabo de leerme “Superviviente” (1999), el siguiente libro tras “El club…”, y
tengo la sensación que las fuentes de inspiración han sido exactamente las
mismas.
“Superviviente”
cuenta una historia cuyo final conocemos desde el inicio, puesto que toda la
narración se realiza a bordo de un avión en el cual nuestro protagonista dicta su triste historia a las cajas negras, antes de que se acabe el
combustible y el avión se estrelle en algún punto del planeta. Es por eso que
el libro esté paginado al revés, a modo de cuenta atrás, hasta llegar al final…
"probando, probando. Uno, dos…" El superviviente responde al nombre de Tender
Branson, el último de los miembros de la llamada “Religión del Credo”, una
secta de fanáticos con estrictas reglas de comportamiento que decidirán
suicidarse en grupo al ser acosados por la policía. Sin embargo, varios de sus
miembros sobrevivirán, justamente aquellos que se hayaban haciendo
trabajos en casas ajenas para obtener ingresos que revertían en la secta. Estos,
poco a poco, también irán suicidándose, hasta quedar sólo uno. Ahí es donde la
vida de Branson dará un vuelco, pasando de ser un humilde creyente que
desempeña un miserable trabajo en el servicio doméstico para dos excéntricos
miembros de la clase media, a un Mesías mediático atiborrado de colágeno y
esteroides, autor de una exitosa autobiografía y de un par de libros de
plegarias comunes… entre otras cosas.
En
“Superviviente”, como pasa en toda la obra de Palahniuk, nos encontramos con un
personaje que se ve inmerso dentro de un contexto que claramente le supera y ante
una situación bastante límite. Y a ello
le tenemos que sumar la abundancia de excentricidades y situaciones kafkianas, tan del gusto del
escritor estadounidense. Con todo ello Palahniuk compone una sátira mordaz y
reveladora del precio de la fama y de la locura sobre la que se cimenta el
mundo moderno.
Conclusión,
estamos ante otra magnífica novela del que para algunos es “el Don deLillo de los 90”. Y es que “Superviviente” es, junto con “Rant”,
la mejor novela de Palahniuk para mi gusto.
PD.
Parece ser que hay algún proyecto en marcha para llevarla al cine. Se
especula con que el director podría ser el gran Darren Aronofsky o incluso
David Fincher, repitiendo así experiencia tras dirigir “El club de la lucha”… y
yo que lo vea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario